BUDAPEST EN 3 DIAS

📅Fechas del viaje: 08/11/2019-11/011/2019

El año pasado, mi hermana y yo decidimos regalarnos por nuestro cumpleaños algo diferente así que, nos fuimos juntas de viaje. Decidimos visitar Budapest porque ambas teníamos muchas ganas de conocerlo y en las fechas que teníamos libres, el vuelo nos salió muy económico.

Llegamos el día 8 de noviembre por la noche y regresamos el 11 por la tarde por lo que tuvimos dos días y medio para visitar la ciudad.

¿Cuántos días se necesitan para visitar Budapest?

Como en todos los casos, dependerá del tipo de viajero, de las actividades que quieras hacer etc… pero para visitar los elementos principales de la ciudad, en mi opinión, 3 días serían suficientes.

Más adelante os contaré nuestro itinerario en dos y medio, donde veréis, no nos faltó casi de nada.

¿Cómo llegar del aeropuerto de Budapest al centro de la ciudad en transporte público?

Como comenté anteriormente, nosotras llegamos casi de madrugada con lo cual, decidimos no complicarnos la vida y coger un taxi.

Taxi: A diferencia del aeropuerto de Madrid y muchos otros de España, los taxis no están haciendo cola y se van cogiendo por orden de llegada. En Budapest, hay una caseta específica para sacar el ticket del taxi. Ahí, dirás tu dirección de destino y te cobrarán directamente el importe. Te entregan un papel con el número de matrícula del coche que te corresponda y cuando llegue, le paras y te subes a él. 

Si por el contrario, queréis ahorrar dinero y tenéis tiempo, hay opciones más económicas. Aunque a continuación os informo de todas, en esta web disponéis de toda esta información actualizada.

Autobús: 100E. Cuesta 2,75 euros aproximadamente. Opera desde las 05 hasta la 01:20 y pasa cada 10-15 minutos. El ticket se puede comprar directamente al conductor del autobús.Tarda en llegar unos 40 minutos y llega desde el aeropuerto hasta Deák Ferenc.

Autobús 200E + Metro M3. Es la opción más económica. El autobús pasa cada 7 minutos y llega hasta Kobanya-Kispest, desde donde puedes continuar tu viaje al centro de Budapest con el metro M3 (azul). El tiempo total es de aproximadamente 50 minutos.

Tendrás que comprar dos billetes sencillos o uno de transbordo en las propias máquinas del aeropuerto y/o en las estaciones de metro.

Itinerario Budapest en 2 días y medio:

La capital húngara se divide en dos zonas principales separadas por el inmenso río Danubio, la zona de Buda y la de Pest.

Esta división podrá ayudarte como a nosotras, a organizar tu itinerario. Visitar un día la zona de Buda y la de Pest más cercana a esta, otro día la de Pest y dejar el día restante para lo que te falte por ver, compras, balneario etc…

Día 1. Free tour, Buda y ruin bar.

Nos despertamos temprano y fuimos a la casa de cambios que había justo en el local de al lado de nuestro hotel para cambiar euros a florines ya que, no lo habíamos hecho en el aeropuerto el día anterior.

¿Cuál es la moneda oficial?

Antes de viajar a Hungría, deberás saber (y sabrás) que no utilizan el euro, su moneda es el Florín húngaro. Aproximadamente, 1 euro equivale a 360 florines.

Con los bolsillos “cargados” de florines, nos dirigimos a buscar una cafetería donde desayunar y en dirección a la Basílica de San Esteban, donde a las 10 comenzaba  nuestro free tour. Como ya sabréis los que me habéis leido en alguna otra ocasión, el primer día que llego a una ciudad me gusta hacer una visita guiada para que me cuenten todos los detalles, curiosidades, historia, donde hay locales típicos de la zona etc…

Tras un buen café y unas tostadas, nos paramos frente a la basílica a hacer unas fotografías y a hacer tiempo hasta que llegó nuestra guía.

La catedral de San Esteban debe su nombre al primer rey de Hungría. Por una donación (obligada) de 200 HUF se puede visitar el interior donde se encuentra la mano momificada de dicho rey, la Santa Diestra pero además, como curiosidad, nuestra guía nos contó que también se encuentra enterrado el ex futbolista húngaro más importante para el país, Puskás. Por lo que ella empleó como expresión “En la catedral se encuentran la diestra de San Esteban y la zurda de Ferenc Puskás”.

Frente a la catedral, visitamos a Carlos, el policía  gordo de Budapest. Esta estatua tiene varias curiosidades. La primera de ellas, es que se dice que si le acaricias la barriga, volverás a Budapest y además no engordaras y la segunda, es que representa a un policía real quien cuando salía a pasear con una mujer a su izquierda, era una prostituta y cuando ella iba a la derecha, era su mujer.

Después de acariciar la barriga a tan curiosa estatua, nos acercamos hacia el Danubio y observamos la fachada de la Academia de Música Ferenc Liszt fundada por Franz Liszt en 1875 y que a día de hoy es una sala de conciertos y universidad de música.

Después, cruzamos el Puente de Isabel para cruzar hacia Buda.

Para subir a la zona del Castillo de Buda desde donde hay un mirador precioso, hay dos opciones. Por las escaleras, como hicimos nosotras con todo el grupo, o cogiendo el funicular Budavàri Sikló por unos 4 euros.

El Castillo de Buda era la residencia histórica de los reyes de Hungría. Durante la Segunda Guerra Mundial fue seriamente dañado y a día de hoy, hay una zona perimetrada que indica hasta donde alcanzó su tamaño y en el resto, se asientan la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest.

Desde allí, hicimos varias fotos de las vistas de Pest y nos dirigimos al Bastión de los Pescadores. Sin duda, uno de los monumentos más destacados de la ciudad.

Durante la Edad Media, en esta zona se asentaban los pescadores que protegían la ciudad. De ahí debe su nombre la terraza mirador que es a día de hoy el bastión y que se construyó entre 1895 y 1902.

Justo al lado, vimos el exterior de la Iglesia de San Matías la cual debe su nombre a Matías Corvino, rey húngaro que la restauró y reformó en 1470. Frente a ella, nos despedimos de nuestra simpatiquísima guía.

Al terminar, aprovechamos para tomar algo y sentarnos en una de las terrazas del bastión y después, buscamos un sitio donde comer. Por lo que nos habían contado acerca de los precios de Budapest, los restaurantes de la zona de Buda nos parecieron caros por lo que decidimos cruzar de nuevo por  el Puente colgante de Isabel hacia Pest.

Como era Noviembre, la zona de Vaci Utca y el centro, tenían puestos varios mercadillos navideños donde se podía degustar comida local. Me hubiera encantado comer ahí pero hacía mucho frío, no había hueco para sentarnos y mi hermana estaba embarazada, además, es muy “delicadita” para comer jeje así que, nos sentamos en un Burger King para tomar algo rápido. Lo sé, tiene delito pero yo igualmente tendría tiempo de probar platos típicos de la cocina húngara.

Al terminar de comer, estuvimos paseando por la comercial calle Vaci Utca y cuando se fue haciendo de noche, optamos por ir al paseo del río para coger el crucero público que lleva hasta Isla Margarita. Nuestra guía nos contó que es mucho más económico que los que ofrecen las empresas privadas en otros muelles, cuesta un par de euros.

¿Cómo tomar el crucero público en Budapest?

Me gustaría deciros que es fácil pero desde luego, para nosotras no lo fue. 

Se supone y según nos comentó nuestra guía por la mañana, que el muelle en el que para el barco público y que te llevará por pocos euros hasta Isla Margarita, se encuentra en los señalizados con un ancla negra y con la indicación BKK. Si consigues tomarlo, ten en cuenta que el camino es solo de ida, desde la Isla, tendrás que volver a pie o en otro transporte.

Cuando llegamos a la parada, el muelle tenía una cadena como si estuviera cerrado y las únicas personas que allí esperaban, eran más turistas que habían coincidido en el tour con nosotras por la mañana y que tenían las mismas dudas así que, tras una hora y pico allí sentadas y con el frío del río calándonos los huesos decidimos abortar misión e ir a visitar un Ruin Bar.

A primeros de los 2000 comenzaron a renovarse edificios del antiguo gueto judío que en su momento no fue reformado inmediatamente y que amenazaban con derrumbarse por lo que esa renovación, concluyó en los ruin bar, bares con una decoración alternativa y punk.

Nosotras visitamos Szimpla Kert. Fue el primero de todos en construirse. Sinceramente nos encantó el ambiente y recomendaríamos sin duda la visita.

Tras pasar un rato allí, nos fuimos a nuestro hotel para irnos a dormir. Al día siguiente, teníamos otro itinerario fuerte.

Día 2. Visita al Parlamento, Pest y crucero por el Danubio

Por la mañana, cogimos el metro desde nuestro hotel y nos bajamos en la estación más cercana al Parlamento. Teníamos cita para un tour guiado por su interior a las 10, la primera hora que conseguimos libre.

¿Dónde comprar entradas para el parlamento?

Hay varias web que son una estafa por lo que es importante hacer caso a la recomendación del Ministerio de Asuntos Exteriores donde indica lo siguiente:

Las entradas para visitar el Parlamento de Budapest únicamente se pueden adquirir en la oficina de visitantes en la misma sede o bien por adelantado en el siguiente portal web. https://www.jegymester.hu/eng/Production/480000/Parliament-visit

Las entradas son algo caras (aprox. 7000HUF) pero en nuestra opinión, la visita merece la pena. 

El Parlamento ya es alucinante por fuera, es el segundo más grande de Europa por detrás del de Rumanía y el edificio más grande de Hungría.

Su parte más alta mide un metro más que la catedral de San Esteban, 97 metros. Y su interior, también nos dejó atónitas con unas escaleras y techos plagados de oro y elementos tallados.

Al finalizar la visita, nos acercamos a ver el Monumento de los Zapatos junto a la orilla del Danubio. Un punto triste en el viaje que pretende recordar las barbaries que tuvieron lugar durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los judíos del gueto eran llevados a esa orilla para arrojarlos al río.

Desde esa zona de Pest, avanzamos a ver el Puente de las Cadenas y tras unas fotografías, cogimos el autobús 16 para regresar a la zona de nuestro hotel. Después dimos un largo paseo hasta llegar a la Plaza de los Héroes, durante el mismo, anduvimos por la Avenida Andrassy y vimos el edificio de la Ópera de Budapest.

Como empezó a llover con fuerza, decidimos aprovechar nuestra llegada a la Plaza de los Héroes para comer. 

A priori, no vimos nada cerca así que Google Maps fue como siempre nuestro mejor aliado y acabamos en Pater Bonifac Budapest donde deguste por fin el famoso Goulash, un plato típico de Hungría que a diferencia del checo, el húngaro suele hacerse como una sopa caliente y no como un guiso.

Después de comer, dejamos atrás el imponente monumento central de la plaza y nos adentramos en el precioso Parque de la Ciudad para visitar el Castillo de Vajdahunyad el cual, es en parte una copia del Castillo de Hunyad en Transilvania. Nos gustó mucho.

Tras visitar los preciosos jardines, regresamos a la zona más ambientada de Pest cercana a nuestro hotel para merendar un chimney, un dulce típico de la zona que consiste en un cilindro de masa azucarada que se puede rellenar de helado y para intentar por segunda vez, tomar el crucero por el Danubio en transporte público.

Como de nuevo vimos el muelle cerrado y otra vez, a turistas con las mismas dudas, decidimos coger uno privado por unos 12 euros por persona.

Pagamos de más frente al transporte público pero por no esperar más y quedarnos congeladas mereció la pena. Además, con las increíbles vistas de la ciudad iluminada y su reflejo sobre el río Danubio, se nos olvidó el precio. Si me tuviera que quedar con una imagen de la ciudad, me quedaría con esa.

Tras el paseo en barco, nos fuimos a cenar otro clásico de Hungría, el Lángos. Una especie de pizza hecha sobre una masa de patata y harina a la que se le suele poner como topping crema agria y queso. Estaba delicioso. Por último, regresamos a nuestro hotel para descansar y preparar todo para el día siguiente, nuestro último día en la ciudad.

Día 3. Sinagoga y Ciudadela

Madrugamos y decidimos dejar en el maletero del hotel nuestras mochilas para no cargar con ellas el último día.

Nos dirigimos primero a visitar el Mercado Central el cual nos encantó. Digamos que equivale en Madrid al Mercado de San Miguel. Se pueden comprar desde productos de mercado frutas, verduras, carne, paprika (el pimentón húngaro) a souvenirs y degustar platos de la cocina húngara como los mencionados anteriormente, chimney, lángos etc…

Tras comprar algún recuerdo a nuestros padres y parejas, nos fuimos a ver la Gran Sinagoga de Budapest. No teníamos tiempo para una visita al interior pero hemos oído que merece la pena incluso más que la visita del Parlamento y no es de extrañar puesto que es la segunda más grande del mundo por detrás de la de Nueva York y la mayor en Eurasia.

Tras verla malamente por fuera por sus increíbles dimensiones las cuales la cámara no lograba captar, nos dirigimos al Puente de la Libertad y lo cruzamos para comenzar la subida a la Ciudadela no sin antes ver el exterior del famosísimo Balneario Gellért el cual, dejamos también para nuestra próxima visita a la capital húngara y la preciosa Iglesia Rupestre, incrustada en la piedra de la colina Gellért.

Justo desde ahí, comenzamos a ascender a la Ciudadela. Se puede llegar hasta allí en tranvía (47 o 49) o en bus (27) pero como no nos apetecía tanto lío de transportes y teníamos tiempo, decidimos darnos la paliza con alguna parada en el camino para descansar.

Es el punto más alto de la ciudad y desde ahí, hay unas vistas increíbles. Su origen es el de una fortaleza construida en 1851 tras la revolución húngara y durante el gobierno de los Habsburgo, teniendo como resultado un punto estratégico para controlar las zonas de Buda y Pest. Cuando los Habsburgo y los húngaros se reconciliaron, se derribó parcialmente de manera simbólica y durante la Segunda Guerra Mundial, su historia volvió a ennegrecerse cuando los nazis lo aprovecharon como bunker.

A día de hoy, se puede visitar el interior del bunker pero una amiga que había estado recientemente me comentó que no merecía mucho la pena así que, cuando llegamos arriba como estábamos bastante cansadas, nos sentamos en la terraza que hay frente al Monumento a la Liberación a tomar un refresco.

Tras un paseo alrededor de la Ciudadela, descendimos hacia el hotel para recoger nuestras mochilas, tomamos unas porciones de pizza en un Pizza Hut cercano a la parada en la que cogeríamos el bus con dirección al aeropuerto y al acabar, nos despedimos de la preciosa ciudad.

Los tickets para los autobuses, se pueden comprar en las propias paradas, en unas máquinas moradas BKK.

Espero que este post os haya animado a visitar esta preciosa ciudad, a revivir vuestro periplo a los que ya la conocéis y a organizar vuestro viaje a los que ya estáis animados a visitarla. Nos leemos en próximos post.

Nuestro Hotel

Maverick Hostel & Ensuits.

La ubicación es excelente, está ubicado muy próximo al Puente de Isabel y a menos de 1km de la Catedral de San Esteban. Tiene un supermercado y una casa de cambios justo al lado.

La relación calidad precio es muy buena, está limpio y dispone de lo necesario para una escapada. Si volviera, seguramente repetiría.


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