Copenhague en un fin de semana. Edición, mercados navideños.

Siempre nos ha provocado mucha curiosidad cómo sería la ciudad de Copenhague y es que, habíamos oído desde que no tiene nada a que es preciosa y para mas intriga, por mas que buscábamos por internet, solo veíamos fotos de su mítico canal. Una antigua compi de trabajo sí que me confirmó que en navidad es espectacular así que, para valorarlo nosotros mismos, decidimos ir un fin de semana de Diciembre y la verdad, tenía razón, es una época que la hace mágica.

A este viaje, se nos sumaron nuestros compis viajeros por excelencia y lo pasamos en grande visitando la ciudad y sus preciosos mercadillos navideños.

A continuación, os dejo el mapa que utilizamos nosotros para desenvolvernos por la ciudad.

Cosas que saber antes de ir a Dinamarca

La moneda oficial es la corona danesa. Nosotros no cambiamos dinero. Como siempre, llevamos la Revolut que es una tarjeta con muy bajas comisiones por pago en el extranjero y se recarga como un monedero así que, para viajar en grupo como viajamos, la usamos de bote.

Cómo llegar del aeropuerto a la ciudad.

El aeropuerto está bastante cerca del centro de la ciudad y ofrece todos los servicios de transporte: autobús (el más barato), metro y tren (los más sencillos porque operan las 24 horas) y los servicios privados (taxi o coche contratado).

En la T3 están los servicios de bus, metro y tren y los taxis en T2 y T3. Ambas terminales se comunican entre sí por un shuttle que está pasando las 24h. Nosotros salimos en la T3 así que, directamente nos dimos con las taquillas. Cogimos el metro y tardamos unos 15 minutos en llegar al centro.

Día 1. Llegada bien temprano

Como decía, al llegar del aeropuerto cogimos allí mismo el metro hasta la plaza Kongens Nytorv que estaba cercano a nuestro hotel, muy cerca de la Ópera. Esta plaza en navidad tiene un mercado navideño precioso, la iluminación del hotel que preside la plaza también es espectacular.

En casi todas las plazas de la ciudad en estas fechas encontrarás mercados navideños.

Hacemos el check in y después de prepararnos para el frío danés, salimos andando hasta la mítica escultura de La Sirenita, inspirada en el cuento de Christian Andersen, todo un símbolo de la ciudad. Mucha gente dice que decepciona porque lo cierto es, que no es muy grande pero como tampoco esperaba nada de una escultura del estilo, ni me decepcionó ni me asombró, sin más 😊 

Desde ahí, seguimos el paseo del puerto hasta el Kastellet, la fortificación de la ciudad y una de las mejor conservadas de Europa. Ahí nos reunimos con nuestros compis y amigos de viaje ya que se alojaban en otro hotel y venían desde otro punto.

Al lado del Kastellet se encuentra la imponente Fuente de Gefion

De ahí, para regresar hacia la zona cercana del canal Nyhavn atravesamos la plaza donde se encuentra el Amalienborg Palace. En este paseo no prestamos la suficiente atención a los edificios junto al palacio porque el último día teníamos reservado un free tour que nos contaría todos los detalles.

Cerca del canal, comimos en un restaurante estilo Tex Mex y nos costó 35 euros por pareja siendo este, el restaurante mas barato donde comimos en nuestra estancia. Comer en Copenhague es bastante caro así como desayunar etc…

Después de la comida, paseamos por el canal Nyhavn e hicimos unas cuantas fotografías. Desde ahí atravesamos por la calle Stroget (es la calle comercial de Copenhague, como Preciados en Madrid) y en una de sus perpendiculares, aprovechamos a tomar un chocolate caliente en otro pequeño mercado navideño que había en otra plaza.

En estas fechas te recomiendo perderte por la ciudad por sus distintas plazas y no ir en busca de mercadillos concretos, te darás con ellos sin querer pero si tienes especial interés, aquí te ofrezco un listado de algunos, el imprescindible sin duda es el de los Jardines del Tivoli.

🎄Mercadillo en la plaza Axeltorv

🎄Mercadillo de los Jardines Tivoli 

🎄Mercadillo de Nyhavn

🎄Mercadillo  en Nytorv, en la emblemática plaza de Kongens Nytorv, ya mencionado mas arriba. 

🎄En Christania -  Lo verás en algunos blogs y guías pero no lo consideres un mercadillo navideño al uso. De hecho, no reserves la noche para ir a verlo porque no hay iluminación si no, aprovecha tu visita diurna al  barrio para verlo. Simplemente algunas casas bajas y tiendas tienen decoraciones específicas de navidad pero no lo llamaría Mercado de Navidad, es mas bien un rastrillo de barrio.

Tras entrar en calor con un rico chocolate y hacernos unas fotos con nuestro peque y Santa Claus que andaba por allí, seguimos por la calle Stroget y observamos la preciosa fuente Storkespringvandet la cual representa 3 cigüeñas a punto de partir y que fue un regalo del príncipe Federico para la princesa Luisa por sus bodas de plata (1894).

Muy cerca y callejeando, nos dimos sin querer con Jorcks Passage, un callejón que tiene un impresionante techo de cristal y que estaba realmente bonito con la decoración navideña.

Entramos a algunas tiendas de la calle principal como la de Lego, que aquí es especialmente importante porque el mítico juego de bloques es de origen danés.

Regresamos hacia la Ópera y aprovechamos para pasear por un monumento luminoso temporal que había situado justo en frente y de ahí, volvimos al mercado de Kongens Nytorv para verlo ya iluminado. Dudamos si cenar algo de alguno de sus puestos pero hacía demasiado frío para quedarnos comiendo al aire libre así que, cenamos en una pizzería cercana.

En torno a las 21h regresamos al hotel para dormir.

Día 2. Christiania y Tivoli

Salimos del hotel en torno a las 9 y desayunamos en una cafetería que teníamos al lado. Por dos cafés y dos tostadas nos cobraron 20 euros, en la línea de lo que íbamos pagando en esta ciudad tan cara.

Después de desayunar, nos fuimos hasta la fuente La Storkespringvandet​, donde habíamos quedado con nuestros amigos para partir juntos hacia Christiania.

Para quienes no lo sepáis, se trata de un barrio perteneciente a la ciudad de Copenhague que está prácticamente autogobernado. Entre algunas de las curiosidades, la venta de ciertas drogas es legal y los ciudadanos de allí son los que son, es decir, si quieres vivir en Christiania tienes que apuntarte a una lista de espera y según los actuales habitantes fallezcan o se marchen, podrán entrar nuevos.

La primera impresión nada mas entrar es de “barrio peligroso” pero realmente es super turístico. Había algunas personas vendiendo droga a la entrada como si de pan se tratase y luego, casas decoradas de un rollo muy alternativo, hippy etc… Pensad que nosotros íbamos con nuestro peque de año y pico. Si me hubiese resultado peligroso, jamás habría entrado.

Había un establo donde nos dejaron entrar para que viésemos a los caballos y les estaban dando de comer. Tras un largo paseo, regresamos hacia el canal Nyhavn y paramos primero en otro mercado navideño que tenía una pista de hielo pequeña.

Nos alucinó que la entrada estaba plagada de carritos de bebés aparcados con ellos dentro mientras los padres patinaban con sus otros hijos algo mas mayores. Aunque nos alucine e incluso nos dé miedo, allí veras que la siesta nórdica, que es como se le llama, es algo de lo mas normal. Fuera de los restaurantes, bares, dejan a los bebés en sus capazos para que se habitúen al clima tan frío y además tengan menos riesgo de contagios de infecciones respiratorias al estar al aire libre.

Una vez llegamos al canal, nos hicimos algunas fotos nuevas ya que las del día anterior no nos habían entusiasmado y de ahí, nos fuimos directos a comer. Comimos en Café Vivaldi por 130 euros los 4 (un entrante, un principal cada uno, agua y un refresco cada uno).

Después de comer, nos fuimos al Parque Tivoli. El parque de atracciones de la ciudad que tiene unos jardines espectaculares y que no puede tener iluminación navideña más bonita y elegante, de cuento.

A pesar de que llevábamos la entrada online, tuvimos que esperar una inmensa cola que daba la vuelta a la calle así que, os recomiendo evitar visitarlo en fin de semana. De haberlo sabido, nosotros habríamos ido el viernes en lugar del sábado.

A continuación, os dejo un enlace donde podéis coger las entradas online para que ya las llevéis sacadas aunque la cola de entrada la tendréis que esperar igual.

https://www.getyourguide.es/copenhague-l12/copenhague-entrada-a-tivoli-t72048/?ranking_uuid=e148bfe6-c58e-4996-bf45-21bc20c44912

Como tips para evitar colas en la medida de lo posible, a continuación os dejo un listado de consejos pero reconozco que nosotros ni aplicándolos todos, nos libramos de esperar:

- Por la mañana hay menos gente.

- De todas formas, una vez compras la entrada, puedes entrar y salir tantas veces como quieras durante el día (hay que hacerlo por el Tivoli Food Hall para que te pongan un sello), así que, si vas a por tu entrada a primera hora, las demás veces que quieras entrar, te ahorrarás la cola de compra.

- Compra tu entrada por anticipado.

- Una vez hayas adquirido tu entrada, bien allí o con antelación, si ves mucha cola en la entrada principal, puedes entrar por la secundaria, situada en Bernstorffsgade, en frente de la estación de tren.

Para montarte en las atracciones del Tivoli, hay que comprar los tickets en máquinas expendedoras que hay por el parque. Nosotros vimos un trenecito donde podíamos haber montado con  nuestro peque pero no sabíamos esto y luego no fuimos capaces de encontrar una de estas máquinas al menos cerca así que, tenedlo en cuenta si vais a querer montar en algo. Cada atracción cuesta unos 12 euros… como veis, todo económico en la ciudad 😊

Disfrutamos de la decoración del parque, tomamos un chocolate caliente con un dulce típico danés que era una especie de masa de profiterol pero sosa y después, nos fuimos a cenar. Esta vez, tiramos de comida rápida, un Burger King donde nos costó 20 euros el menú con helado.

Día 3. Free Tour y regreso a Madrid.

Salimos temprano del hotel y dejamos el equipaje en el guarda maletas para que nos las guardaran ya que, volveríamos mas tarde de la hora de check out.

Nos fuimos a desayunar a la plaza donde comenzábamos el tour, la Plaza del Ayuntamiento. De nuevo, 20 euros dos cafés y dos bollos.

Nuestro tour lo hicimos con Civitatis. Desde allí, salimos no sin antes pararnos en la columna de los deseos, situada justo a un lado del ayuntamiento, todos apretamos fuerte nuestra mano sobre la columna y pedimos un deseo. El guía nos contó que a él se le han cumplido todos.

Allí se encuentra también la estatua monumento a Christian Andersen, amado por todos los ciudadanos de Copenhague.

De allí, nos fuimos a una de las calles mas antiguas de la ciudad y atravesándola, llegamos a Nytorv, donde se realizaban las ejecuciones públicas. 

Visitamos también el Palacio de Christiansborg. Se trata de la actual sede parlamentaria de Dinamarca, que además alberga la torre más alta de Copenhague. Aquí aprovechó a contarnos lo mal que se llevan los daneses y los suecos, todo viene desde la Reina Margarita, la guerra que hubo y aun a día de hoy tienen resentimiento. Algo así como los españoles con los franceses.

Desde ahí, visitamos el edificio de la Biblioteca. Está en un parque precioso y tranquilo donde hay una estatua monumento al líder del existencialismo de quien una de sus frases como lema es “Viajar es vivir”.

Desde ahí, fuimos a la Ópera y volvimos a pasar por el canal Nyhavn. El guía nos contó que este famoso puerto es un puerto museo, ningún barco sale ni entra por este canal.

Concluimos el tour en la plaza del Amalienborg, junto al Palacio Real de Copenhague. 

Al acabar, comimos en un restaurante cerca donde de nuevo la entrada estaba llena de carritos de bebés con ellos dentro, a nosotros nos hicieron dejarlo fuera pero evidentemente mi peque vino con nosotros dentro, no comparto aún lo de la siesta nórdica 😊 Comimos y pagamos 80 euros los 4, compartimos un entrante, tomamos un principal cada uno y un chocolate caliente de postre.

Tras una larga sobremesa, regresamos cada uno a nuestro hotel a por las maletas y cogimos el metro de camino al aeropuerto para tomar nuestro vuelo de vuelta a Madrid.

Nuestro hotel en Copenhague.

Copenhaguen Admiral hotel

Lo cogimos con bastante tiempo y a pesar de que como ya he mencionado, es una ciudad muy cara, con tanta antelación conseguimos un buen precio.

El hotel es espectacular, tiene un ambiente de hotel de montaña pero con un estilo de lujo que lo hace increíble. 

La habitación tenía todo tipo de servicios, nos pusieron cuna para el peque sin problema y el tamaño era bastante grande.

La ubicación excelente. Estaba muy cerca de la Opera y la ciudad no es muy grande aunque las distancias son grandes, las calles son largas pero tienen todo unido.

Sin duda, regresaría.

Si queréis una opción más económica, nuestros compis de viaje se alojaron en este otro:

Con un aire mas juvenil, habitaciones compartidas (aunque las puedes reservar enteras a muy buen precio), cerca del Tivoli, y una relación calidad precio muy buena.

Nosotros fuimos una tarde a acompañarles y subimos a su habitación, por eso lo comento sabiendo 😊.

Espero que este post os ayude en vuestra escapada a Copenhague o bien, os anime a visitarla sobretodo en navidad, que tiene un encanto especial. Si disponeis de mas tiempo para visitar la ciudad, podéis ampliar vuestra visita cruzando a Malmo. Cruzareis a otro país, a Suecia y seguro que enriquece más vuestro viaje ;)
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Edimburgo y excursión a las Tierras Altas en 4 días

¡Hola viajer@s!

Llevábamos mucho tiempo con ganas de Edimburgo y por fin, vimos el momento. El puente de La Almudena de 2023 nos fuimos a visitar la mágica capital escocesa y tanto la ciudad como los paisajes que vimos, superaron todas nuestras expectativas (y eso que eran altas). 

Una ciudad mágica y literalmente, porque si eres fan de Harry Potter hay múltiples escenarios y referencias a las películas y además, muchas leyendas fantasmagóricas de la ciudad que hacen que haya incluso tours específicos para recorrer de noche los callejones que la comprenden.

Cosas que debes saber antes de viajar a Edimburgo

1. Lo primero de todo y como ya sabrás, pertenece a Reino Unido y por tanto, ya no pertenecen a la Unión Europea por lo que es completamente obligatorio para viajeros españoles, tener pasaporte. 

2. La moneda oficial es la libra, en algunos sitios pueden aceptar euros pero lo más cómodo, al menos para nosotros, es pagar todo con tarjeta. Por ejemplo la tarjeta Revolut tiene muy buenas comisiones para pagar en el extranjero y es tipo monedero, la recargas sin necesidad de asociarla a ninguna cuenta. Es nuestro imprescindible cuando viajamos a lugares con distinta moneda.

Cómo llegar del aeropuerto de Edimburgo al centro:

A parte de en transfer privado o taxi, puedes llegar en unos 40 minutos del aeropuerto de Edimburgo al centro de la ciudad en autobús.

Nosotros cogimos el de Airlink 100 y disponía de huecos para maletas y espacio para el carrito de nuestro peque sin problemas. En el siguiente enlace podrás consultar los horarios, compañías y rutas disponibles: https://www.lothianbuses.com/our-services/airport-buses/ 

Cómo organizar mi visita a Edimburgo.

Es una ciudad preciosa y lo suficientemente pequeña para poder disfrutarla en un fin de semana.

Nosotros fuimos 4 días, dos enteros más el de ida y vuelta (llegando bastante tarde) y pudimos ver todo lo importante de la ciudad incluyendo entrada al Castillo y al Palacio y además, hacer una excursión a las Tierras Altas de Escocia durante un día completo. Y por si te quieres hacer una mejor idea, viajamos con un peque de año y medio en carrito 😊

Por supuesto, todo dependerá también de si quieres hacer tours, visitar museos, etc…

A continuación, os cuento nuestro itinerario por si os ayuda a organizar vuestro viaje:

Día 1. Llegada

Llegamos bastante tarde a la ciudad de Edimburgo, en torno a las 20.00h así que, nada mas bajar del bus en la parada más cercana a nuestro hotel, nos dirigimos a cenar. Cenamos unas hamburguesas en un restaurante llamado MBM y la verdad que estuvo genial. De ahí, nos fuimos directos al hotel que estaba a escasos 5 minutos al lado de la famosa calle Royal Mile Street.

Día 2. Centro ciudad – Castillo de Edimburgo y Calton Hill

La capital escocesa no es muy grande y se divide principalmente en dos partes, la ciudad nueva y la vieja. El primer día, vimos todo lo imprescindible de ambas incluyendo la visita al Castillo de Edimburgo. Dejamos únicamente de la parte nueva el barrio de Dean Village para el día de vuelta (muy recomendable visitarlo). 

Nuestro hotel se encontraba en una calle perpendicular a la Royal Mile Street así que, partimos desde ahí para recorrer toda la ciudad vieja.

La Royal Mile es la calle más larga de Edimburgo y mide exactamente una milla escocesa, de ahí su nombre. Va desde el Castillo de Edimburgo hasta el Palacio Holyrood.

Paseándola, te darás con la Catedral de St Giles cuya entrada es gratuita además de otros edificios emblemáticos como el Banco de Escocia, el Tribunal o el Parlamento.

Desde la catedral, fuimos hasta una de las calles más míticas de la ciudad, Victoria Street. Aprovechamos para entrar en una tienda que vendía muchos artículos de Harry Potter.

Tras pasar por Victoria Street nos dirigimos al Cementerio Greyfriars. Sin duda, es otro atractivo turístico de la ciudad y es que, está cargado de misterios e historias entre las que se encuentra la de Bobby, un perrito que estuvo junto a la tumba de su dueño durante 14 años y cuando murió, debido al cariño del pueblo, fue enterrado también allí. Tiene un lugar privilegiado en el cementerio con una escultura de él mismo.

Entre otras tumbas famosas, se encuentra la del mismísimo Tom Riddle (Lord Voldemort en Harry Potter).

A continuación, fuimos a visitar la plaza de Grassmarket, que tiene mucha vida y es como todo en esta ciudad, mágico y bonito.

Desde allí, paseamos bordeando los preciosos Jardines de Princess Street, limitando con la parte nueva de la ciudad. Las vistas del Castillo de Edimburgo desde aquí son inmejorables.

Tras hacer unas cuantas fotografías, subimos al Castillo de Edimburgo. Eran aproximadamente las 12 de la mañana así que, decidimos pagar la visita y estar allí hasta la hora de comer. Dudamos mucho de si merecería la pena o no pero lo cierto es que sí, sin duda! No es la típica visita a un castillo, es más una pequeña ciudad medieval amurallada. De hecho, es una antigua fortaleza que está ubicada sobre una roca de origen volcánico.

Compramos la entrada online desde allí mismo como nos indicó el chico de la taquilla para ahorrar tiempo. El precio es de 15 euros por adulto (no es una visita guiada, si la qusieras, cuesta en torno a 40 euros).

Hay diferentes edificios del castillo y salas a las que acceder y en una de ellas, se encuentran las Joyas de la Corona Escocesa. 

- Si vais con carrito de bebé como nosotros, podéis aparcarlo fuera de las salas que requieran subir escaleras y subir con el peque en brazos o bien, turnaros si vais más de uno con el niño. De todos modos, gran parte de las salas están a pie de calle. La conducción con el carrito por la fortaleza no es muy cómoda porque es todo empedrado pero es aceptable. Si sois de apañaros con porteadores, mejor aún.

Tras acabar la visita por el Castillo, regresamos cerca de nuestro hotel para comer. Comimos en un restaurante italiano (como sabéis, la gastronomía inglesa o escocesa no es de lo mejor. De hecho, nos contaron que culturalmente conciben el comer como algo para vivir, no por placer).

Después, aprovechamos que estábamos cerca para subir a la habitación a cambiar al peque e ir después hasta Calton Hill. Para llegar hasta allí, atravesamos por Princess Street dando un paseo. Allí, se encuentra el Monumento a Scott, se erigió en honor al escritor escocés Sir Walter Scot. En estas fechas a causa del aniversario (primeros de noviembre) estaba rodeado de red poppies, que son unas amapolas que representan un símbolo y son un homenaje a los fallecidos británicos en la primera guerra mundial.


Tras atravesar Princess Street subimos hasta Calton Hill. Se puede subir por escaleras más directamente o bien rodeando la colina por una larga rampa. En nuestro caso, para subir con el carrito, más cómoda la segunda opción.

En Calton Hill disfrutamos de las vistas, hicimos unas cuantas fotografías y nos dirigimos de nuevo al centro de la ciudad para ver The Dome, una antigua cafetería de la ciudad que tiene una decoración navideña inigualable. 

Tras pasear de nuevo por el centro de la ciudad y hacer alguna parada técnica, regresamos al hotel para cenar allí algo ligero. No estábamos muy bien del estómago y al día siguiente teníamos que pegarnos un buen madrugón para hacer la excursión a las Tierras Altas y el Lago Ness.

Día 3. Tierras Altas y Lago Ness

Nos despertamos muy temprano porque a las 07.15 salía nuestro autobús que nos llevaría de excursión por las highlands, llamadas así porque son las tierras altas de Escocia en latitud pero no en altitud porque como sabréis, Escocia no es un país de mucha altura sobre el nivel del mar. La salida era desde la Royal Mile muy próxima a nuestro hotel.

- El tour lo contratamos con viajaconescocia.com y nos costó 80 euros por adulto. En caso de viajar con bebés o niños pequeños, disponen de silla de coche para ellos así que genial. El carro se puede llevar sin problema en el maletero del bus.

- La excursión dura el día entero. De 07.30 de la mañana hasta las 19h de regreso a la ciudad aproximadamente.

- Está bastante bien organizado. Cada dos horas aproximadamente se hacía una parada técnica o una de visita. Las técnicas duraban 30 min y eran para ir al servicio, comprar algo de comida y/o tomar un café etc… las de visita como su nombre indican, eran para visitar lo que correspondiese.

Iniciamos el tour con nuestro guía Aleix que fue majísimo y un excelente profesional. La primera parada fue una parada técnica en el pequeño pueblo de Kilmahog. Dispone de baños públicos, una cafetería y una tienda de souvenirs pero su encanto es el increíble paisaje en el que se encuentra. Plagado de ovejas y con un pequeño establo en el que podrás ver las famosas vacas peludas escocesas. Son criadas para perpetuar la raza pero no es una animal que se crie ni para consumo de su leche ni carne.

Nuestro peque disfruto muchísimo de ver los animales al aire libre y los adultos la verdad que también.

Tras los 30 minutos de parada, volvimos a subir al bus para dirigirnos al Valle de Glencoe. Si bien se suponía que la joya de la corona del viaje era visitar el Lago Ness, a nosotros este valle nos deslumbró mucho más y su historia ni qué decir, la masacre de Glencoe.

Una violenta matanza durante los alzamientos Jacobitas que tuvo lugar en este valle donde fueron asesinados mujeres, hombres y niños del clan MacDonald (es importante entender la historia de Escocia y de sus diferentes clanes) por parte de los Campbell, quienes habían aceptado la hospitalidad para vengarse. El motivo de la masacre fue que los MacDonald no habían prometido lealtad al nuevo rey, Guillermo de Orange.

El famoso capítulo La boda roja de Juego de Tronos, está inspirado en esta historia.

Durante la masacre al pueblo de los MacDonald, algunos niños y mujeres consiguieron huir a las montañas del valle pero a la mañana siguiente los hallaron muertos congelados en las cuevas de la montaña. Se dice que los montes del valle representan las lágrimas que lloran sus muertes.

Tras quedarnos atónitos por la triste historia y la hermosura del paisaje, hicimos unas cuantas fotografías y regresamos al bus para continuar la ruta por las tierras altas de Escocia.

La siguiente parada fue el famosísimo Lago Ness. Concretamente, en el pueblo de Fort Augustus. El Lago Ness es rectangular, la extensión es inmensa y en uno de sus extremos se encuentra este pueblo.

Para comer, tiene un mítico local de Fish and Chips y un restaurante chino. Como estábamos mal de la tripa, fuimos al chino a comer algo de arroz a ver si se asentaba un poco nuestro estómago (nada parecido, me sentó fatal…XD). Después, recorrimos el paseo que queda junto al muelle desde donde parten los cruceros que se hacen por el lago para llegar hasta la orilla del lago.

- La parada daba tiempo de sobra para hacer el crucero, los tickets se podían comprar directamente con Aleix para tener descuento pero a nosotros nos apetecía mas andar por la zona que ir a lo largo del lago en barco.

Dimos un paseo después por el pueblo y vimos la preciosa Abadía que a día de hoy pertenece a un club privado.

En cuanto al Lago Ness, no hemos hablado de lo mas importante, su habitante más popular, Nessie. A pesar de las leyendas que rodean su existencia, sigue habiendo creencia y algunas explicaciones de que pueda existir por lo que el Gobierno de Gran Bretaña junto a otras asociaciones, ofrecen un millón de libras a quien obtenga una fotografía de Nessie que demuestre que no está editada. Fuimos todos a la caza! jajaja

Después de disfrutar del paisaje, comer y relajarnos por allí, regresamos al bus para iniciar el viaje de vuelta parando antes en la última parada visita del viaje, el Scottish National War Memorial. Se hizo el atardecer allí y nos dejó una imagen impresionante.

De ahí, regresamos a Edimburgo haciendo antes una parada técnica en otro pequeño pueblo al que ni nos bajamos porque ya era completamente de noche y únicamente tenía una tienda y un baño público.

Cuando regresamos a Edimburgo, nos subimos al hotel a descansar. Cenamos algo de fruta y jamón york que habíamos comprado en un supermercado en Fort Augustus porque seguíamos mal de la tripa. De hecho, mi última parada en el National War Memorial fue algo aparatosa después de un viaje de curvas y un estómago con malestar… 

Día 4. Dean Village y Hollyrood palace

Nos despertamos temprano y sobre las 08.30 de la mañana nos dirigimos andando hacia Dean Village. Se trata de un barrio residencial en la parte de la ciudad nueva de Edimburgo que tiene mucho encanto.

Para llegar hasta allí, aprovechamos a entrar primero porque quedaba de camino, a la tienda museo del famoso whisky escocés Johny Walker. Para los amantes de dicha bebida, hay visitas guiadas con cata incluida.

Cuando llegamos a Dean Village, hicimos unas cuantas fotografías y desde allí, en la parada mas cercana, cogimos el autobús hasta Holyrood Palace.

No teníamos pensado entrar al palacio, pero teníamos tiempo de sobra hasta que llegase la hora de irnos al aeropuerto así que, aprovechando esa excusa y el frío, decidimos visitarlo.

La visita con audioguía cuesta 19 libras por adulto y es por libre. Se tarda alrededor de 2 horas en escuchar todos los apartados para completar la visita.

Al entrar, hay un Family Room donde los niños tienen cuentos, una cocinita, juegos, disfraces etc… Nosotros lo aprovechamos para hacer la visita por separado cuando al peque le empezó a resultar pesada. Uno se quedaba con el niño y el otro visitaba y escuchaba lo que le quedaba.

Tras esta visita, regresamos al centro de la ciudad para comer antes de marchar al aeropuerto.

Nuestro hotel en Edimburgo: 

En Edimburgo, el alojamiento es mas bien caro y la oferta de airbnb nos pareció mayor que la de hoteles. Nosotros estamos acostumbrados y nos gusta más ir a hoteles que a apartamentos aun con el peque. Digo esto, porque bien es cierto que para tema microondas, lavar biberones, etc… el apartamento es más cómodo pero la recepción 24x7 y otras comodidades que ofrecen los hoteles son las que nos hacen decantarnos por estos.

El caso es, que encontramos a buen precio el ibis Edinburgh Centre Royal Mile – Hunter Square. Los Ibis como sabréis son cadenas hoteleras bastante sencillas pero nos convenció porque no había mucho mas donde elegir sin pagar más de 200 euros la noche.

La ubicación es excelente.

El desayuno no merece la pena, tiene poca variedad y era bastante caro para lo que podías tomar.

La limpieza dejaba un poco de desear. Como os decía son cadenas sencillitas pero no justifica las manchas que tenía la moqueta que daban muy mala impresión.

La atención de los recepcionistas, de diez. Nos regalaron un par de bebidas para el bar de abajo. Disponían también de cuna para nuestro peque.

Cuando vuelva a la maravillosa capital escocesa, volveré a buscar alojamiento porque no me maravilló pero si no hubiera de nuevo mucho donde elegir, repetiría porque para una escapada es bastante aceptable.

Espero que os animeis a visitar la maravillosa ciudad de Edimburgo y/o el increible país de Escocia y que esta guía os pueda ayudar!

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Road Trip de 2 semanas por Sicilia

Este año teníamos dudas acerca de dónde hacer nuestro viaje “gordo” del verano. Era la primera vez que íbamos a hacer uno tan largo con nuestro peque y no sabíamos muy bien por donde optar así que, viendo la segunda temporada de White Lotus, nos vino la inspiración, Sicilia.

La isla es bastante grande, así que, nos decantamos por un par de semanas y por ir moviéndonos de hotel ya que, no resultaría cómodo hacer base en una sola ciudad porque como comento, las distancias son grandes.


¿Cuántos días son necesarios para conocer la isla?

Como siempre digo, depende del estilo de viajero pero al menos 10 días son necesarios para poder disfrutar de sus ciudades, pueblos, playas, templos y algunas de sus islas cercanas. Lo ideal, 15 días.

¿Cómo recorrer la isla?

Aunque la conducción en Sicilia es una auténtica locura, no se me ocurre mejor opción que en coche. Nosotros alquilamos uno desde el primer al último día y nos permitió la máxima flexibilidad. Al viajar con un bebé, alquilamos el coche con silla y sin problemas. Lo recogimos y entregamos en el propio aeropuerto (en nuestro caso, salimos y volvimos de Catania).

¿Cómo organizar el itinerario?

Es sencillo ya que “todo lo que hay que ver” está en la costa por tanto, puedes trazar el itinerario en círculo. Ir y volver desde el mismo aeropuerto te resultará fácil para organizar tu road trip por Sicilia. Nosotros hicimos inicio y fin en Catania y empezamos a recorrer en el sentido de las agujas del reloj:

Hicimos noche en las siguientes ciudades:

Catania (2)– Siracusa (2) – Trapani (3)– Palermo (2) y Taormina (2)

Y entre ellas, nos dio para visitar otras ciudades y pueblos increíbles, así como, visitar las Islas Egadas.

Consejos y/o lo que cambiaríamos:

Si pudiera corregir algo, a día de hoy quitaría una noche a Trapani y la metería en la Isla de Favignana perteneciente a las Egadas. Tenía muchísimo ambiente y unas calas preciosas. Se puede dejar el coche en el puerto de Trapani, coger un ferry a la isla y allí, alquilar una moto o bicicleta, para visitar las diferentes calas. En nuestro caso, tendríamos que ver qué opciones ofrecerían para poder ir con el peque por la isla.

Si no dispusieras de tantos días, yo quitaría del itinerario Catania. De todas las ciudades y pueblos bonitos que hay, es la menos atractiva.

Nuestro viaje por Sicilia:

Día 1. Llegada a Catania 

Llegamos en plena ola de calor a la isla de Sicilia y cuando digo ola de calor, digo que el aire era como de secador de pelo y hacía más de 40 grados a la sombra así que, fuimos directos a comer frente a nuestro hotel y subimos a la habitación con el aire acondicionado a tope a echarnos una siesta hasta que se hiciera más tarde y se pudiera salir.

¿Qué ver en Catania?

Su plaza principal es la Plaza del Duomo, en ella podrás ver la famosa Fuente del Elefante de Catania que queda justo frente al Palacio de Los Elefantes. En la misma plaza, a un lado, se encuentra la Fuente del Amenano, dedicada al río del mismo nombre.

En esta zona había bastante ambiente por la noche, hicimos bien alojándonos tan céntricos. Para recorrer el resto de la ciudad, los principales puntos de interés se encuentran a un lado y otro de la plaza. A un lado está el Palacio Biscari y en el otro sentido, la Catedral de Santa Águeda.

Otra zona de mucho ambiente en la ciudad es la de La Peschería, decorada con decenas de paraguas de colores y muchos puestos donde poder comprar pescado, verduras, frutas etc... también hay cerca muchas terrazas donde poder tomar algo.

Como punto de interés cultural, también es importante en la ciudad, su Teatro Romano.

Día 2. Subida al Etna

Nos levantamos tranquilamente y desayunamos en nuestro B&B. Nos vestimos y salimos con la intención de visitar el anfiteatro romano que es lo que nos faltaba por ver de la ciudad sin embargo, el calor apretaba de nuevo y no nos apetecía nada estar turisteando con nuestro peque de año y poco en el carro así que, vimos los buses que hacen excursiones al Etna y decidimos preguntar. Hay justo una parada en la Plaza del Duomo.

En cuanto nos dijeron que allí arriba las temperaturas eran mucho menores no lo dudamos y contratamos la excursión, 35 euros por adulto. 

Como teníamos unos 20 minutos para salir, regresamos al hotel (estaba al lado) para cambiarnos, coger el cortavientos por si acaso y ponernos deportivas en vez de las sandalias que llevábamos.

La excursión empezaba a las 11.30 de la mañana y regresábamos a la ciudad en torno a las 17h.

Llegamos con el bus hasta los cráteres Silvestri. Es donde está el parking y punto de inicio para todo tipo de excursiones por el volcán ya sean por vuestra cuenta o contratadas.

De haberlo sabido, habríamos ido por nuestra cuenta y no habríamos cogido el bus porque allí, hay un tren turístico que también contratamos por 10 euros por adulto que nos llevó a ver los paisajes mas interesantes del volcán así que, realmente el bus no nos aportó más que el traslado (si que es verdad que íbamos con audioguía pero bueno, si no sois tan curiosos o ya sabéis información sobre el volcán, podéis subir por vuestra cuenta).

Si acaso no vais con niños, sois muy aventureros, os encanta andar o todo a la vez, no tenéis porque coger el tren, podéis hacer rutas por los diferentes caminos del volcán. Eso sí, llevad calzado adecuado.

El Etna con niños:

Como decía, podéis ir perfectamente en vuestro coche hasta los cráteres Silvestri. Allí, para verlos, podéis subir con el peque en porteador e incluso en brazos, es un tramo corto y es para ver esa parte. Si no tenéis porteador, el peque no anda y/o no queréis cogerle en brazos no pasa nada, como os digo, esta opción es para ver algo más los cráteres pero con el tren turístico que se coge allí mismo en el aparcamiento, podéis ver el resto de paisajes del volcán que son llanos.

El tren os deja en el mismo sitio de donde sale y allí, hay un par de restaurantes y muchas tiendas de souvenirs para pasar el resto del día.

Nosotros comimos en el de buffet libre, estuvimos viendo las tiendas y cogimos el bus de vuelta que nos esperaba a las 16h.

Cuando bajamos a la ciudad, el calor seguía potente así que, nos tomamos un delicioso helado en el mítico Don Peppinu y marchamos al hotel para ducharnos y bajar a cenar.

Habíamos pasado un día bastante guay gracias al cambio de planes que hicimos sobre la marcha.

Día 3. Camino a Siracusa parando en Noto y desviándonos a Módica y Ragusa.

Modica y Ragusa pillan mejor entre Siracusa y Agrigento pero en nuestro itinerario era mejor incluir estas dos ciudades aquí aunque hiciéramos más kilómetros.

Tras desayunar, recogimos las maletas de nuestro hotel en Catania y nos fuimos camino a Siracusa, el siguiente destino donde dormiríamos en el road trip.

El primer lugar donde paramos fue en un supermercado para comprar pañales para Rodri ya que llevamos los justos para no ir tan cargados en el vuelo y algo de fruta y comida de emergencia también para él.

Tras esa parada técnica, nos dirigimos a Noto, Patrimonio de La Humanidad. Nada más llegar fuimos al punto de información para que nos proporcionaran un mapa. El casco histórico se concentra principalmente en el Corso Vittorio Emanuel y sus transversales y empinadas calles. La ciudad se puede ver en un par de horas. Lo que más destaca es su catedral y la hermosa escalinata que asciende hasta ella.

Tras un paseo, comimos en uno de los restaurantes de la avenida principal y nos marchamos camino a Módica.

La ciudad es pequeña y se divide en dos zonas. La Módica superior y la inferior. Nosotros aparcamos cerca de su imponente catedral, que se encuentra en la zona inferior y después de unas cuantas fotografías subimos en coche a la superior. Paseamos por su calle principal, visitamos sus tiendas y nos tomamos un delicioso helado de chocolate de Módica, famoso en toda Sicilia.

Desde ahí nos fuimos a Ragusa. Desde la carretera ya nos iban impresionando las vistas. Ragusa se divide en la parte vieja (que se denomina Ragusa Ibla) y en la nueva. Lo más encantador y por tanto todo lo que visitar, se encuentra en Ibla así que, estuvimos callejeando por allí y después, decidimos coger un tren turístico (2.5 euros por adulto) que nos recorriera los puntos principales de la ciudad que ya habíamos pateado.


Estábamos aficionándonos a esto de ser turistas en trenes jajaja pero con el peque en ciudades así, repletas de cuestas y con poco tiempo para visitarlas (aunque suficiente), vienen muy bien.

Tras nuestra visita por la preciosa ciudad de Ragusa pusimos rumbo a Siracusa. El ambiente de Siracusa se encuentra en Isla Ortigia, allí habíamos cogido nuestro hotel y os recomiendo que os decantéis por la misma opción, es donde está la vida de la ciudad.

Nada más llegar con el coche ya nos dio buen rollo. Mucho ambiente, muy bonita iluminada, terrazas llenas de gente, mercadillo… Aparcamos en un parking público en el que el día eran unos 20 euros y nos fuimos a hacer el check in. El parking se encontraba justo antes de acceder a Isla Ortigia.

  • Para pagar los parking públicos de la ciudad os recomiendo descargar la aplicación de epark. Nosotros la teníamos porque ya la usamos en Madrid pero si no, llevadla descargada porque los parquímetros no tienen instrucciones muy claras y compensa no estar pendiente de reponer el ticket si no ir ampliando horas según necesitéis desde el móvil.

Tras subir las maletas a nuestro hotel, nos fuimos a pasear por la ciudad y a cenar. 

Después, fuimos a la Plaza del Duomo. Es la plaza principal de la isla y se encuentra rodeada de edificios importantes. Ahí se encuentra la Catedral, el Palacio Beneventano, el Palacio Arzobispal y la Iglesia de Santa Lucia alla Badia. En esta plaza es donde se ve que Siracusa es de esas ciudades que sabe sacarse partido con la iluminación.

Alrededor hay varias heladerías donde cogimos nuestra tarrina pertinente y nos sentamos a tomarla en las escaleras de la Catedral con el resto de turistas.

Después, regresamos a nuestro hotel para dormir.

Día 4. Siracusa y playa

Nos despertamos y desayunamos en nuestro hotel. Sobre las 10 nos marchamos a pasear bordeando toda la costa de la ciudad. Las vistas desde ese paseo son preciosas.

El calor no era el de los dos primeros días pero no deja de ser mediodía en una isla del mediterráneo en el mes de Julio así que, paramos a tomar una granita de limón en una de las terrazas que se encuentran frente al Templo de Apolo. Después, paseamos por el resto de la ciudad que ya habíamos visto de noche y paramos a comer pasta, ensalada y calamares fritos. En toda la isla veras que hay mucho pescado, es muy popular.

En Siracusa también podéis visitar el Parque arqueológico de Neapolis. Nosotros no fuimos pero si os interesa, la entrada son 10 euros por persona y se encuentra al norte de la ciudad, en Viale Paradiso.

En vez de visitar como digo la Neapolis, decidimos ir a disfrutar de la playa con nuestro peque. Fuimos a una bastante cercana, la de Aranella

La playa tiene una parte privada (como la mayoría en Italia) con su club lleno de comodidades para los clientes, hamacas, bar, duchas, vestuarios etc…pero justo al lado, hay una parte pública donde, como no pretendíamos pasar mas de un par de horas, nos acomodamos.

Después de bañarnos y jugar con Rodri, fuimos al bar del club para merendar. Ahí fue la primera vez que probé los deliciosos cannolis. Un dulce típico siciliano que consiste en una galleta de pasta frita enrollada y rellena de ricota, en el caso de los clásicos.

Tras merendar, nos marchamos de vuelta a Isla Ortigia para ducharnos y salir a cenar.

Día 5 – Valle de los templos y Schala de Iturchi (Agrigento)

Hicimos el check out en el hotel de Siracusa y nos marchamos hacia el Valle de los Templos en Agrigento.

Nuestra intención era llegar temprano para que no nos pillara el medio día allí ya que es una esplanada sin sombras pero entre unas cosas y otras más la distancia, justo, las 12 del medio día xD.

El Valle de los Templos con niños.

Se puede hacer perfectamente con carrito. No cometáis nuestro error porque habíamos dudado y finalmente optamos por portearle, bueno… mi marido lo porteó y el pobre, a las 12 de la mañana con un niño de más de 10 kilos a sus espaldas y sin una sombra, os podéis imaginar lo bien que lo pasó.

Además, hay unos trenecitos que te llevan desde el inicio del recorrido al final y te traen de vuelta.

No son muchos kilómetros, en total se tarda unas dos horas en ver todo pero dependiendo de si vais con alguien muy mayor, estáis muy cansados, niños etc… tenéis esa opción. Nosotros encima, no utilizamos tampoco esta vía haciéndonos los fuertes xD

El valle tiene un aparcamiento muy grande en la entrada, dejamos el coche y fuimos a las taquillas. Nosotros ya llevábamos la entrada online porque se supone que era algo más económica, 15 euros: enlace 

Pero para la audioguía tuvimos que esperar igualmente la poca cola que había. La audioguía cuesta 5 euros y tienes que dejar el dni físico como garantía hasta que salgas y devuelvas la radio. Este tipo de visitas, salvo que seas un experto en historia, merece la pena hacerlas con algún tipo de guía.

Después de hacer el recorrido, paramos en el bar que hay a medio camino a tomarnos una coca-cola bien fresquita y reponer fuerzas. 

Cuando salimos del Valle, nos fuimos a nuestro hotel en Agrigento.

Nos alojamos en la parte baja, en la zona de la playa, no en el pueblo, con la intención de estar cerca de la Scala dei Turchi y poder ver el atardecer allí y que no se nos hiciera tarde para regresar a cenar.

  • A día de hoy, me alojaría en Agrigento pueblo ya que tiene mucho encanto y si veis la Scala con el atardecer bien, si no también y si ni la veis pues también bien. Tiene mucha fama pero realmente es debido a la serie que se inspiró en los libros del Comisario de Montalbano. Es un sitio bonito pero que no te engañen las fotos de Instagram, ni el agua es cristalina ni la piedra es blanca brillante. Es más, con marea alta no puedes subir sobre ella, a diferencia de como verás en la mayoría de fotos.

Desde el Valle de los Templos llegamos tan tarde a la zona de nuestro hotel, que los pocos bares que había estaban cerrados así que, al menos en uno nos salvaron haciéndonos unos bocadillos.

Después de comer, fuimos a hacer el checkin a nuestro hotel, nos pusimos los bañadores y nos fuimos a una playa al lado de la famosa Scala dei Turchi.

Estuvimos toda la tarde jugando con el enano en el agua y dando un paseo hasta la Scala. 

El caso es que es un sitio chulo que te llamaría la atención si lo encontraras de casualidad pero como os decía, nada del otro mundo en cuanto a lo que puedas esperar.

Ya secos y habiendo hecho unas cuantas fotos, regresamos al hotel para ducharnos, vestirnos e ir a Agrigento pueblo a cenar y tomar un helado like always xD.

Como os decía mas arriba, Agrigento y su casco histórico sí tiene encanto.

Día 6 De Agrigento a Trapani parando en Mazara del Vallo

Hicimos el check-out tras desayunar en nuestro hotel y cargamos maletas rumbo a Trapani. Como teníamos por delante un largo recorrido, decidimos qué ver entre ambas ciudades y encontramos que podía ser interesante Mazara del Vallo. No nos equivocamos, el pueblo tiene mucho encanto.

Aparcamos frente al mar y nada más llegar entramos en la Iglesia de San Francesco. Su interior no os dejará indiferente. De ahí, fuimos a la Plaza de La República donde queda la Catedral del Santísimo Salvador.

Seguimos callejeando y descubriendo rincones accediendo a lugares que en principio no sabíamos qué eran pero que nos resultaron muy atractivos. Entre ellos, Collegio dei Gesuiti.

También es interesante visitar su barrio judío, Kasbah.

Después de recorrer las calles de Mazara del Vallo nos sentamos en un restaurante del puerto para comer. No queríamos que nos pasara lo que el día anterior y llegar a Trapani con todo cerrado y tener que comer malamente.

Llegamos a la ciudad por la tarde y como el hotel nos encantó, nos echamos un rato una pequeña siesta, subimos a la piscina de la azotea para bañarnos y después, salimos a dar una vuelta por la ciudad.

Callejeando por su casco histórico te encontrarás con muchos edificios emblemáticos sin apenas darte cuenta, varias iglesias, palacios y la Catedral de San Lorenzo.

La avenida Vittorio Emanuel está llena de vida, de bares, tiendas de souvenir etc… y sin duda, lo que mas me gustó, fue pasear por el paseo que recorre las murallas, Mura di Tramontana. Las vistas de la ciudad desde el final, resultan una imagen preciosa.

En Trapani también puedes visitar Las salinas. Nosotros ya hemos visto esta clase de paisajes y no nos llamaba la atención así que, los ratos que pasábamos por la ciudad eran perdiéndonos por sus calles.

Después de cenar una tabla de embutidos y otros productos sicilianos y una pizza para los dos en uno de los restaurantes que nos había recomendado la recepcionista de nuestro hotel, regresamos para dormir.

Día 7. Erice desde Trapani

Sin duda, uno de los pueblos más bonitos que vimos en nuestro road trip por Sicilia. Se trata de un pequeño pueblo medieval que se ubica en el Monte Giuliano.

Nosotros fuimos desde Trapani en coche pero podéis coger también el teleférico si la climatología lo permite.

Nos perdimos por sus calles y a la hora de comer, regresamos a Trapani. Se nos había hecho algo tarde así que, comimos en el restaurante del hotel.

Por la tarde, aprovechamos de nuevo la piscina y dimos otro paseo por la ciudad.

Día 8. Islas Egadas

Trapani es la puerta para visitar las preciosas Islas Egadas y no íbamos a perder la oportunidad de verlas. Nosotros contratamos una excursión para ver Favignana y Levanzo.

Nos costó 50 euros por adulto y pasamos el día entero (comimos en el barco, paramos a nadar, a visitar las dos islas…). Si quieres hacerlo por tu cuenta, puedes coger el ferri desde Trapani a Favignana e iniciar la visita a tu rollo.

Las islas son preciosas. Favignana tiene mucho ambiente, varios restaurantes, tiendas, etc… y Levanzo es directamente de postal. Mucho más pequeñito pero está rodeado de aguas turquesas increíbles en las que no dudamos en bañarnos.

La excursión estuvo genial y pasamos un día estupendo.

Día 9. De Trapani a Palermo parando en Segesta.

Nos despertamos temprano y nos fuimos rumbo a Palermo parando en los Templos de Segesta. La entrada son 11 por persona mas 5 audioguía o guía en papel. Desde el templo que hay en la parte baja, un autobús te sube al anfiteatro romano que hay en la parte alta por tanto no tendrás que andar mucho si no lo deseas.

Es menos popular que el Valle de los templos de Agrigento pero merece la pena visitarlo, está muy bien cuidado y en muy buen estado.

Después de visitarlo, nos marchamos a Palermo. Donde la decadencia de la ciudad forma parte de su encanto. Hicimos el check in en nuestro hotel que estaba en pleno centro y fuimos a comer algo.

Después, paseamos por la ciudad. Durante este viaje nos hemos dejado llevar en cada uno de los lugares a visitar y no tanto por buscar antes qué visitar y es que, todos se dejan ver de forma muy fácil, no son grandes ciudades ni pueblos y  todas las zonas tienen su encanto. 

En Palermo, hicimos lo mismo pero cabe resaltar que no puedes perderte ver su impresionante Catedral. Su arquitectura refleja mezclas de elementos góticos, barrocos y árabes debido a las diferentes épocas que vivió. El acceso es gratuito.

Día 10. Cefalú desde Palermo.

Nos levantamos temprano y tras desayunar en un bar frente a nuestro hotel, nos marchamos a visitar Cefalú.

No puedes perderte esta ciudad si vas a hacer un road trip por Sicilia. Es pequeñita, preciosa y no pudimos disfrutarla mas. Pasamos el día paseando por sus preciosas calles, disfrutando de la Catedral y de su plaza, degustando una deliciosa pasta en el paseo marítimo y bañándonos en la hermosa playa en la que las casas se adentran literalmente en su arena la cual está bañada por aguas cristalinas.

Para los fans de White Lotus, os resultará curioso saber que las escenas de playa que supuestamente están grabadas en Taormina son aquí, en Cefalú.

Después de pasar un día increíble, regresamos a Palermo para cenar y dormir.

Día 11. De Palermo a Taormina parando en Mesina.

Se acercaba el final del viaje y nuestro último alojamiento era en la preciosa Taormina. Desde Palermo, decidimos hacer parada en Mesina. Seguramente os resulte familiar por el estrecho de Mesina, el canal que separa la isla de Sicilia de la península Itálica.

Como habíamos decidido ese mismo día parar a visitar la ciudad, decidimos coger de nuevo un tren turístico que esperaba frente a la Catedral para ver los principales puntos de interés.

Después del paseo, aprovechamos a comer y continuar nuestro viaje hacia Taormina.

Llegamos aun de día por la tarde y tras quedar con el dueño de la que iba a ser nuestra casa por unos días y llevar las maletas, nos fuimos a dar un paseo por la ciudad.

Taormina es preciosa, podría decirse que es la zona más pija de la isla de hecho, el hotel de la segunda temporada de The White Lotus se encuentra aquí y es el Four Seasons San Domenico Palace donde la semana puede rondar los 27000 euros... casi ná.

No pudimos evitarlo y como fans de esta segunda temporada, entramos a visitar el hotel y ver las localizaciones de la serie.

Por supuesto, también paseamos por la ciudad, por su avenida principal el Corso Umberto, con sus tiendas de lujo y sus fachadas medievales así como la puerta barroca y la Catedral.

Otro lugar de interés que visitar en la ciudad y al que nosotros decidimos no ir por priorizar otros lugares, es el Teatro Griego de Taormina.

Día 12. Isola Bella.

Decidimos aprovechar uno de nuestros últimos días en la preciosa Isola Bella. Tras desayunar en nuestro B&B, cogimos el funicular en Taormina que desciende hasta la preciosa Isla. La Perla del Mar Jónico.

El descenso no dura más de 5 minutos y son 3 euros ida y 3 vuelta por persona. Pudimos bajar perfectamente en la cabina con nuestro carrito plegado y nuestro peque.

Una vez llegamos a la isla, descendimos hasta la playa. Dudamos si acomodarnos en la arena para pasar el día pero como nuestra intención era un día de relax y de varias horas, nos decantamos por alquilar un par de hamacas en uno de los puestos de la playa.

La hamaca nos costó 30 euros por día y persona.

Estuvimos bañándonos, comimos en el restaurante al que pertenecían nuestras hamacas y fuimos hasta la casa que está en lo alto de Isola Bella pero importante, no se puede acceder en ropa de baño. Nosotros fuimos andando porque la marea aún estaba baja.

Isola Bella como su nombre indica, es una preciosa isla que cuando la marea está baja, queda unida a la costa. En lo alto, se encuentra una casa que durante su historia pasó por varios propietarios hasta que en 1998 pasó a ser instituida como reserva natural y la gestión a día de hoy la lleva la provincia de Mesina.

Día 13. De Taormina a Catania parando en La Virgen de La Roca, Castelmola y la rivera de los Cíclopes.

Era nuestro último día en Sicilia y no por ello iba a ser desaprovechado así que, desde bien temprano, salimos rumbo a descubrir sitios nuevos.

En primer lugar, fuimos a los Jardines Villa Comunale. Es un jardín precioso en plena ciudad que tiene también áreas de juego donde aprovechamos para que Rodri jugara un rato.

Después, a media mañana, fuimos a visitar la Virgen de La Roca. Está situada en una montaña desde donde hay unas vistas increíbles de la ciudad. En una pequeña iglesia insertada en la roca de la montaña se encuentra la Virgen. Merece muchísimo la pena entrar a verla, sobre todo por el interior de la iglesia en sí con sus techos y paredes atravesados por las rocas.

Tras esta visita, nos marchamos a Castelmola. Se trata de un pequeño pueblo ubicado a más de 500m sobre el nivel del mar y es precioso.

Su casco antiguo está dispuesto por varios restaurantes, tiendas e iglesias. Merece la pena dedicarle un buen rato y no marcharte de Sicilia sin conocerlo.

Aprovechamos para comer allí y después poner rumbo al aeropuerto. Como el vuelo salía bastante tarde y nos reconcome no aprovechar el tiempo, aprovechamos para visitar de camino La rivera de los Cíclopes.

Consiste en un tramo de 12 kilómetros a lo largo de la costa, de rocas enormes que salen del mar. Dimos un paseo por a lo largo del tramo y aprovechamos para tomar un aperitivo antes de marcharnos.

Ya en el aeropuerto, entregamos el coche de alquiler y esperamos nuestro vuelo de vuelta a Madrid. 

Sin duda, recomiendo muchísimo realizar este viaje. Fue una experiencia increíble con una oferta de todo tipo, paisajística, ruinas, templos, ciudades y pueblos con encanto, oferta gastronómica… ¿Qué mas se puede pedir? ¡Espero que os animéis a hacerlo!

🍲Gastronomía a probar en Sicilia:

Por supuesto, como en el resto de Italia, las pizzas y la pasta son protagonistas pero en la isla, hay muchos otros platos típicos y deliciosos que probar.

La caponata Siciliana, Un plato de verduras y berenjena.

Cualquier cosa que lleve crema de pistacho, desde la bollería hasta la pasta, helados de pistacho y chocolate…

Arancinis, una especie de croqueta rellena de arroz y cualquier otro producto, setas, carne, queso…

Tablas de embutidos, quesos, mortadela siciliana etc…

Cannolis, delicioso dulce de pasta frita rellenos de queso, chocolate, nata etc…

Pasta alla Norma

Granitta, no es un granizado y tampoco un sorbete, es un mix de los dos y es refrescante y delicioso. La suelen acompañar de un brioche para meriendas o desayunos muy contundentes.









🏨Los hoteles en Sicilia

La oferta hotelera de la isla, sobretodo en las ciudades y pueblos más pequeños, es mayoritariamente de Bed and Breakfast que de hoteles en sí y encima, a precios de hoteles de a partir de 4 estrellas en España. La media por noche en un B&B está en torno a los 130 euros.

En nuestro caso, los mejores hoteles los cogimos en Trapani y Palermo porque como decía, eran hoteles y no B&B. Es cierto que en los B&B, las habitaciones estaban estupendas, limpias, amplias, con todos los productos necesarios, los desayunos eran atendidos por una persona que iba allí por la mañana y nos servía el café y la bollería… pero como eran habitaciones en antiguos edificios, la mayoría no tenían ascensor y era una odisea salir cada mañana con el niño, el carro… y en el caso de los check in y check out, con las maletas.

Por tanto, si viajáis con niños, con alguien mayor, con sillas de ruedas etc… cercioraros muy bien de este tema antes de elegir un B&B.

Nuestros alojamientos en Sicilia:

Catania:

Contra: Sin ascensor y edificio muy viejo.

A favor: Limpia, amplia, recientemente reformada y ubicación excelente.

Siracusa Apollo Suite

Contra: Ascensor diminuto y solo estaba a partir de la primera planta, hasta ahí había que subir escaleras. Había muchas hormigas en la habitación, tuvimos que decirlo y entraron a limpiarla y tapar unos agujeros por donde podían estar colándose.

A favor: el desayuno y la ubicación.

Agrigento: B&B Baglio Santa Croce

El mejor B&B de los que estuvimos en cuanto a servicios. Ascensor hasta la planta baja, recepción, la dueña super agradable y no olvidaré los croissants de pistacho tan increíbles del desayuno.

Contra: habitación algo pequeña y muy modesta. La ubicación no es en el pueblo de Agrigento por lo que no repetiríamos, pero esto fue fallo nuestro porque pensamos el itinerario de otro modo.

Trapani: Room of Andrea Hotel

Un hotel excelente, las cadenas nunca nos defraudan, la recepcionista era super amable, hablaba español perfectamente, desayuno increíble y una pisicina maravillosa en la azotea.

Palermo: Eurostars Centrale Palace

Estupendo hotel, decoración preciosa, una recepción enorme, terrazas para tomar algo con vistas y ubicación excelente.

Taormina: Athena Charming Rooms

A favor: la simpatía del dueño, Rosario. Nos llevó en coche las maletas desde el parking del pueblo, las cargó hasta la habitación, nos recomendó restaurantes y dijo que fuésemos en su nombre etc…

La ubicación excelente, al lado del funicular para ir a Isola Bella y a escasos minutos del parking publico y del casco histórico.

Las vistas desde la terraza, preciosas.

Contra: Muchas escaleras y sin ascensor para llegar hasta allí. Baño muy pequeño.


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