Copenhague en un fin de semana. Edición, mercados navideños.

Siempre nos ha provocado mucha curiosidad cómo sería la ciudad de Copenhague y es que, habíamos oído desde que no tiene nada a que es preciosa y para mas intriga, por mas que buscábamos por internet, solo veíamos fotos de su mítico canal. Una antigua compi de trabajo sí que me confirmó que en navidad es espectacular así que, para valorarlo nosotros mismos, decidimos ir un fin de semana de Diciembre y la verdad, tenía razón, es una época que la hace mágica.

A este viaje, se nos sumaron nuestros compis viajeros por excelencia y lo pasamos en grande visitando la ciudad y sus preciosos mercadillos navideños.

A continuación, os dejo el mapa que utilizamos nosotros para desenvolvernos por la ciudad.

Cosas que saber antes de ir a Dinamarca

La moneda oficial es la corona danesa. Nosotros no cambiamos dinero. Como siempre, llevamos la Revolut que es una tarjeta con muy bajas comisiones por pago en el extranjero y se recarga como un monedero así que, para viajar en grupo como viajamos, la usamos de bote.

Cómo llegar del aeropuerto a la ciudad.

El aeropuerto está bastante cerca del centro de la ciudad y ofrece todos los servicios de transporte: autobús (el más barato), metro y tren (los más sencillos porque operan las 24 horas) y los servicios privados (taxi o coche contratado).

En la T3 están los servicios de bus, metro y tren y los taxis en T2 y T3. Ambas terminales se comunican entre sí por un shuttle que está pasando las 24h. Nosotros salimos en la T3 así que, directamente nos dimos con las taquillas. Cogimos el metro y tardamos unos 15 minutos en llegar al centro.

Día 1. Llegada bien temprano

Como decía, al llegar del aeropuerto cogimos allí mismo el metro hasta la plaza Kongens Nytorv que estaba cercano a nuestro hotel, muy cerca de la Ópera. Esta plaza en navidad tiene un mercado navideño precioso, la iluminación del hotel que preside la plaza también es espectacular.

En casi todas las plazas de la ciudad en estas fechas encontrarás mercados navideños.

Hacemos el check in y después de prepararnos para el frío danés, salimos andando hasta la mítica escultura de La Sirenita, inspirada en el cuento de Christian Andersen, todo un símbolo de la ciudad. Mucha gente dice que decepciona porque lo cierto es, que no es muy grande pero como tampoco esperaba nada de una escultura del estilo, ni me decepcionó ni me asombró, sin más 😊 

Desde ahí, seguimos el paseo del puerto hasta el Kastellet, la fortificación de la ciudad y una de las mejor conservadas de Europa. Ahí nos reunimos con nuestros compis y amigos de viaje ya que se alojaban en otro hotel y venían desde otro punto.

Al lado del Kastellet se encuentra la imponente Fuente de Gefion

De ahí, para regresar hacia la zona cercana del canal Nyhavn atravesamos la plaza donde se encuentra el Amalienborg Palace. En este paseo no prestamos la suficiente atención a los edificios junto al palacio porque el último día teníamos reservado un free tour que nos contaría todos los detalles.

Cerca del canal, comimos en un restaurante estilo Tex Mex y nos costó 35 euros por pareja siendo este, el restaurante mas barato donde comimos en nuestra estancia. Comer en Copenhague es bastante caro así como desayunar etc…

Después de la comida, paseamos por el canal Nyhavn e hicimos unas cuantas fotografías. Desde ahí atravesamos por la calle Stroget (es la calle comercial de Copenhague, como Preciados en Madrid) y en una de sus perpendiculares, aprovechamos a tomar un chocolate caliente en otro pequeño mercado navideño que había en otra plaza.

En estas fechas te recomiendo perderte por la ciudad por sus distintas plazas y no ir en busca de mercadillos concretos, te darás con ellos sin querer pero si tienes especial interés, aquí te ofrezco un listado de algunos, el imprescindible sin duda es el de los Jardines del Tivoli.

🎄Mercadillo en la plaza Axeltorv

🎄Mercadillo de los Jardines Tivoli 

🎄Mercadillo de Nyhavn

🎄Mercadillo  en Nytorv, en la emblemática plaza de Kongens Nytorv, ya mencionado mas arriba. 

🎄En Christania -  Lo verás en algunos blogs y guías pero no lo consideres un mercadillo navideño al uso. De hecho, no reserves la noche para ir a verlo porque no hay iluminación si no, aprovecha tu visita diurna al  barrio para verlo. Simplemente algunas casas bajas y tiendas tienen decoraciones específicas de navidad pero no lo llamaría Mercado de Navidad, es mas bien un rastrillo de barrio.

Tras entrar en calor con un rico chocolate y hacernos unas fotos con nuestro peque y Santa Claus que andaba por allí, seguimos por la calle Stroget y observamos la preciosa fuente Storkespringvandet la cual representa 3 cigüeñas a punto de partir y que fue un regalo del príncipe Federico para la princesa Luisa por sus bodas de plata (1894).

Muy cerca y callejeando, nos dimos sin querer con Jorcks Passage, un callejón que tiene un impresionante techo de cristal y que estaba realmente bonito con la decoración navideña.

Entramos a algunas tiendas de la calle principal como la de Lego, que aquí es especialmente importante porque el mítico juego de bloques es de origen danés.

Regresamos hacia la Ópera y aprovechamos para pasear por un monumento luminoso temporal que había situado justo en frente y de ahí, volvimos al mercado de Kongens Nytorv para verlo ya iluminado. Dudamos si cenar algo de alguno de sus puestos pero hacía demasiado frío para quedarnos comiendo al aire libre así que, cenamos en una pizzería cercana.

En torno a las 21h regresamos al hotel para dormir.

Día 2. Christiania y Tivoli

Salimos del hotel en torno a las 9 y desayunamos en una cafetería que teníamos al lado. Por dos cafés y dos tostadas nos cobraron 20 euros, en la línea de lo que íbamos pagando en esta ciudad tan cara.

Después de desayunar, nos fuimos hasta la fuente La Storkespringvandet​, donde habíamos quedado con nuestros amigos para partir juntos hacia Christiania.

Para quienes no lo sepáis, se trata de un barrio perteneciente a la ciudad de Copenhague que está prácticamente autogobernado. Entre algunas de las curiosidades, la venta de ciertas drogas es legal y los ciudadanos de allí son los que son, es decir, si quieres vivir en Christiania tienes que apuntarte a una lista de espera y según los actuales habitantes fallezcan o se marchen, podrán entrar nuevos.

La primera impresión nada mas entrar es de “barrio peligroso” pero realmente es super turístico. Había algunas personas vendiendo droga a la entrada como si de pan se tratase y luego, casas decoradas de un rollo muy alternativo, hippy etc… Pensad que nosotros íbamos con nuestro peque de año y pico. Si me hubiese resultado peligroso, jamás habría entrado.

Había un establo donde nos dejaron entrar para que viésemos a los caballos y les estaban dando de comer. Tras un largo paseo, regresamos hacia el canal Nyhavn y paramos primero en otro mercado navideño que tenía una pista de hielo pequeña.

Nos alucinó que la entrada estaba plagada de carritos de bebés aparcados con ellos dentro mientras los padres patinaban con sus otros hijos algo mas mayores. Aunque nos alucine e incluso nos dé miedo, allí veras que la siesta nórdica, que es como se le llama, es algo de lo mas normal. Fuera de los restaurantes, bares, dejan a los bebés en sus capazos para que se habitúen al clima tan frío y además tengan menos riesgo de contagios de infecciones respiratorias al estar al aire libre.

Una vez llegamos al canal, nos hicimos algunas fotos nuevas ya que las del día anterior no nos habían entusiasmado y de ahí, nos fuimos directos a comer. Comimos en Café Vivaldi por 130 euros los 4 (un entrante, un principal cada uno, agua y un refresco cada uno).

Después de comer, nos fuimos al Parque Tivoli. El parque de atracciones de la ciudad que tiene unos jardines espectaculares y que no puede tener iluminación navideña más bonita y elegante, de cuento.

A pesar de que llevábamos la entrada online, tuvimos que esperar una inmensa cola que daba la vuelta a la calle así que, os recomiendo evitar visitarlo en fin de semana. De haberlo sabido, nosotros habríamos ido el viernes en lugar del sábado.

A continuación, os dejo un enlace donde podéis coger las entradas online para que ya las llevéis sacadas aunque la cola de entrada la tendréis que esperar igual.

https://www.getyourguide.es/copenhague-l12/copenhague-entrada-a-tivoli-t72048/?ranking_uuid=e148bfe6-c58e-4996-bf45-21bc20c44912

Como tips para evitar colas en la medida de lo posible, a continuación os dejo un listado de consejos pero reconozco que nosotros ni aplicándolos todos, nos libramos de esperar:

- Por la mañana hay menos gente.

- De todas formas, una vez compras la entrada, puedes entrar y salir tantas veces como quieras durante el día (hay que hacerlo por el Tivoli Food Hall para que te pongan un sello), así que, si vas a por tu entrada a primera hora, las demás veces que quieras entrar, te ahorrarás la cola de compra.

- Compra tu entrada por anticipado.

- Una vez hayas adquirido tu entrada, bien allí o con antelación, si ves mucha cola en la entrada principal, puedes entrar por la secundaria, situada en Bernstorffsgade, en frente de la estación de tren.

Para montarte en las atracciones del Tivoli, hay que comprar los tickets en máquinas expendedoras que hay por el parque. Nosotros vimos un trenecito donde podíamos haber montado con  nuestro peque pero no sabíamos esto y luego no fuimos capaces de encontrar una de estas máquinas al menos cerca así que, tenedlo en cuenta si vais a querer montar en algo. Cada atracción cuesta unos 12 euros… como veis, todo económico en la ciudad 😊

Disfrutamos de la decoración del parque, tomamos un chocolate caliente con un dulce típico danés que era una especie de masa de profiterol pero sosa y después, nos fuimos a cenar. Esta vez, tiramos de comida rápida, un Burger King donde nos costó 20 euros el menú con helado.

Día 3. Free Tour y regreso a Madrid.

Salimos temprano del hotel y dejamos el equipaje en el guarda maletas para que nos las guardaran ya que, volveríamos mas tarde de la hora de check out.

Nos fuimos a desayunar a la plaza donde comenzábamos el tour, la Plaza del Ayuntamiento. De nuevo, 20 euros dos cafés y dos bollos.

Nuestro tour lo hicimos con Civitatis. Desde allí, salimos no sin antes pararnos en la columna de los deseos, situada justo a un lado del ayuntamiento, todos apretamos fuerte nuestra mano sobre la columna y pedimos un deseo. El guía nos contó que a él se le han cumplido todos.

Allí se encuentra también la estatua monumento a Christian Andersen, amado por todos los ciudadanos de Copenhague.

De allí, nos fuimos a una de las calles mas antiguas de la ciudad y atravesándola, llegamos a Nytorv, donde se realizaban las ejecuciones públicas. 

Visitamos también el Palacio de Christiansborg. Se trata de la actual sede parlamentaria de Dinamarca, que además alberga la torre más alta de Copenhague. Aquí aprovechó a contarnos lo mal que se llevan los daneses y los suecos, todo viene desde la Reina Margarita, la guerra que hubo y aun a día de hoy tienen resentimiento. Algo así como los españoles con los franceses.

Desde ahí, visitamos el edificio de la Biblioteca. Está en un parque precioso y tranquilo donde hay una estatua monumento al líder del existencialismo de quien una de sus frases como lema es “Viajar es vivir”.

Desde ahí, fuimos a la Ópera y volvimos a pasar por el canal Nyhavn. El guía nos contó que este famoso puerto es un puerto museo, ningún barco sale ni entra por este canal.

Concluimos el tour en la plaza del Amalienborg, junto al Palacio Real de Copenhague. 

Al acabar, comimos en un restaurante cerca donde de nuevo la entrada estaba llena de carritos de bebés con ellos dentro, a nosotros nos hicieron dejarlo fuera pero evidentemente mi peque vino con nosotros dentro, no comparto aún lo de la siesta nórdica 😊 Comimos y pagamos 80 euros los 4, compartimos un entrante, tomamos un principal cada uno y un chocolate caliente de postre.

Tras una larga sobremesa, regresamos cada uno a nuestro hotel a por las maletas y cogimos el metro de camino al aeropuerto para tomar nuestro vuelo de vuelta a Madrid.

Nuestro hotel en Copenhague.

Copenhaguen Admiral hotel

Lo cogimos con bastante tiempo y a pesar de que como ya he mencionado, es una ciudad muy cara, con tanta antelación conseguimos un buen precio.

El hotel es espectacular, tiene un ambiente de hotel de montaña pero con un estilo de lujo que lo hace increíble. 

La habitación tenía todo tipo de servicios, nos pusieron cuna para el peque sin problema y el tamaño era bastante grande.

La ubicación excelente. Estaba muy cerca de la Opera y la ciudad no es muy grande aunque las distancias son grandes, las calles son largas pero tienen todo unido.

Sin duda, regresaría.

Si queréis una opción más económica, nuestros compis de viaje se alojaron en este otro:

Con un aire mas juvenil, habitaciones compartidas (aunque las puedes reservar enteras a muy buen precio), cerca del Tivoli, y una relación calidad precio muy buena.

Nosotros fuimos una tarde a acompañarles y subimos a su habitación, por eso lo comento sabiendo 😊.

Espero que este post os ayude en vuestra escapada a Copenhague o bien, os anime a visitarla sobretodo en navidad, que tiene un encanto especial. Si disponeis de mas tiempo para visitar la ciudad, podéis ampliar vuestra visita cruzando a Malmo. Cruzareis a otro país, a Suecia y seguro que enriquece más vuestro viaje ;)

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