Desde Yosemite hasta San Francisco teníamos aproximadamente 4 horas de viaje en coche pero teníamos pensadas ciertas paradas antes que considerábamos imprescindibles o curiosas. Queríamos visitar Silicon Valley. Sí, somos un poco frikis... pero en nuestra defensa diré que tres de los cuatro que viajábamos estudiamos ingeniería de telecomunicaciones, ¿Quién no soñó con trabajar en un sitio así al terminar la carrera?
La primera para fue Cupertino e ir al Apple Park. El centro de visitantes es gratuito, al final, es como un Apple store. En la parte de arriba, puedes contemplar las zonas verdes e intentar alcanzar con la vista y sin éxito, el anillo (las oficinas de Apple). Puedes disfrutar un rato sentado y conectarte al wifi. Abajo, puedes ver los smarphones y otros dispositivos que venden así como el merchandising oficial. También hay una maqueta en 3D de las instalaciones donde los dependientes, con sus iPad, te mostrarán donde se encuentra el famoso anillo o nave especial y al que el acceso está prohibido.
A continuación, cogimos el coche para ir a visitar Google. Por el camino, atravesábamos las míticas casas americanas con sus típicos garajes donde podíamos imaginar que habían surgido empresas increíbles como HP, Microsoft... Sabemos que por la zona se encontraba el garaje donde se fundó HP pero no nos interesaba demasiado hacer esa parada, preferíamos llegar a Google antes. Si os interesa, está por la misma zona por lo que creemos, no os llevará mucho tiempo.
Lo primero de todo, no hay una entrada como tal al campus de Google, sin más, apareces dentro, está en la calle. Los empleados pasean con sus tarjetas identificativas y sus cafés en mano, van en bicis de un lado a otro... El propio campus ofrece unas bicicletas para los trabajadores totalmente gratuitas, habíamos leído que no suele haber problemas porque los turistas las cojan siempre y cuando, no se note que eres turista así que, ni cortos ni perezosos, cogimos 4 y marchamos paseando por el campus.
Con los nervios de llevar una bici que no debía, el tener que atravesar cerca de un puesto de seguridad, los años que hacía que no cogía una bici y menos, de estas modernas sin frenos... allí mismo, volqué. En seguida el muchacho de seguridad nos explicó muy amablemente que las dejásemos allí mismo y continuásemos andando.
En resumen, que no os van a decir nada pero tampoco forcéis la máquina je,je. Por el resto, podéis pasear tranquilamente y disfrutar imaginándoos que trabajáis en un sitio tan chulo. Veréis las food truck de distintos tipos de comida a las que los empleados se acercan, pasan una tarjeta y en cuestión de segundos les entregan su comida. Veréis también las estatuas de las diferentes versiones de Android, a gente haciendo gimnasia al aire libre, la tienda de regalos... Un sueño.
Tras comprarnos un boli de recuerdo, nos dirigimos a un In&Out que había cerca para comer. En serio, esas hamburguesas son una droga... Nos tomamos de postre un delicioso batido y regresamos al coche.
Antes de salir hacia San Francisco, paramos en la Universidad de Stanford. Es considerada una de las 10 mejores universidades del mundo y me atrevería a decir que de las más bonitas o cuidadas. Los jardines están impolutos, la iglesia tiene un interior precioso, la torre Hoover ofrece unas bonitas vistas de la ciudad de Palo Alto (imagino, porque nosotros no subimos pero si os interesara, cuesta 3 dólares)... En fin, la típica universidad privada de serie americana que a todos nos alucina.
Tras esta última parada, nos marchamos a San Francisco. Este día, llegamos para dar un paseo por la zona más cercana al hotel y cenar por lo que, para no saturaros de información, en el siguiente post os daré todos los detalles sobre la ciudad, en mi opinión, más bonita de este road trip.
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