Parte 3. Ruta 66, Presa Hoover y Gran Cañón del Colorado.

5º día del viaje y sigue siendo un sueño. A pesar de que Las Vegas no haya sido una ciudad que me entusiasme (como conté en el post anterior), la compañía y las experiencias que vivimos no pueden hacer que nada supere este road trip.

Este día comenzaba una de las partes fuertes del viaje. Un tramo de la Ruta 66 de casi 200km que va desde Kingman a Williams y nuestro inicio de los parques nacionales de la costa Oeste.
Salimos de nuestro hotel en Las Vegas a las 08.30 con la idea de ir al mítico cartel Welcome Las Vegas pensando que al ser temprano habría poca gente... ¡Error! Había varios autobuses turísticos y se había formado una larga cola para hacerse la famoso foto. Nosotros no estábamos dispuestos a esperar así que, aún no consiguiendo el ángulo perfecto, preferimos ir por un lateral y sin molestar a nadie, nos la hicimos rápidamente para guardarla de recuerdo.

A 48km en coche desde Las Vegas y de camino al Gran Cañón, se encuentra otra parada imprescindible en este viaje, la Presa Hoover. Limita los estados de Nevada y Arizona. Sí, estarás en dos sitios a la vez estando solo en uno :).














Se trata de una de las obras de ingeniería y arquitectura más importantes del siglo. Su construcción comenzó en 1931 y finalizó en 1936. Se requirieron más de 5000 trabajadores... No es de extrañar debido a la complejidad de su creación. Permite abastecer de electricidad a los estados de Nevada, Arizona y el sur de California. Se dice pronto, ¿no?

Además de su gran nivel en cuanto a ingeniería, a mí arquitectónicamente hablando me parece preciosa.

¿Dónde aparcar en la Presa Hoover?
Al llegar verás un parking, pásalo, es de pago. No merece la pena puesto que seguro, como nosotros, solo pararás un rato para verla. Así que, atraviesa la presa y a la derecha, podrás parar en un parking gratuito.

Se puede ver el puente Memorial Bridge desde la presa y viceversa pero a nosotros nos resultó más cómodo visitar la propia presa que ir hacia el puente para ver esta desde arriba. Aun así, lo atravesamos pero no paramos.

- Existen tour guiados por el interior de la presa. Nosotros, como no podíamos perder ni un minuto puesto que queríamos llegar al Gran Cañón para el atardecer, no hicimos ninguno pero si te interesara, puedes encontrar mucha oferta previa en internet o ir allí al punto de información.

Tras un paseo por la presa, unas cuantas fotografías y buscar el cartel que indica que estás en dos estados a la vez, regresamos al coche para iniciar una experiencia increíblemente americana, la Ruta 66.

Antes de comenzarla, decidimos parar en la primera tienda que viésemos para comprar comida y  así, almorzar durante el recorrido. De este modo aprovecharíamos más el día.

Tened en cuenta que la ruta tiene paradas muy interesantes pero entre ellas se encuentra la nada absoluta así que, comprad y repostad en cuanto veáis la primera gasolinera. Además os recomiendo que llevéis en el coche una nevera portatil, las típicas de corcho. Nosotros la compramos en un supermercado de Los Angeles y nos vino de maravilla.
En nuestro caso, no pudimos parar en un lugar más auténtico. Una enorme gasolinera store con su campanita en la puerta, su máquina de hielos, su mecedora... y en su interior, un dependiente enorme con delantal blanco y barba larga y gris, nos atendía.
Pedimos para llevar 4 bocadillos caseros que tardó en hacer casi una hora... untaba la mayonesa con calma, colocaba la lechuga con cariño, cortaba el fiambre... por un momento nos arrepentimos de haber optado por la comida "rápida". Mientras el hombre nos preparaba todo con mucho amor, cogimos bebida y guarrerías para el camino y salimos a por una bolsa de hielo para nuestra nevera.

Tras una hora allí, nos despedimos de nuestro nuevo amigo y pusimos rumbo a Kingman.

Conducir por la Ruta 66 es desafiar al sueño. La carretera es recta, infinita, nada por aquí, nada por allá, pero la excitación de saber que estás conduciéndola te motivará mucho.

Llegamos a Kingman, a su famosísimo Mr Dz, la cafetería más mítica del trayecto. El sitio es una pasada y todo tiene una pinta increíble. Como debe ser, nos tomamos un delicioso batido allí mismo (4,75 dólares).
Mis 3 compis de viaje comenzaron a salivar al ver por allí un delicioso hot dog con mac and cheese... pero tuve que convencerles de que teníamos que comernos nuestro triste sandwich comprado previamente para llegar a tiempo al atardecer del Gran Cañón, no podíamos perder tiempo en parar a comer allí.
Salimos a fotografiar la famosa locomotora del pueblo y continuamos a nuestra siguiente parada, Hackberry General Store.












Creo que es mi lugar favorito de la ruta, tan auténtico y tan museo a la vez... tuvimos suerte de disfrutarlo prácticamente solos porque cuando nos marchábamos, llegaba un autobús turístico. No os preocupéis por este tema porque no es un destino que para nada hayamos visto masificado a pesar de la tremenda fama que le precede.


Tras varias fotos, pasear por detrás de la tienda y comprar algún que otro imán, marchamos a la Barbería de Angel Delgadillo en Seligman.
Otro lugar increíble de la ruta, el mismísimo Angel te puede cortar el pelo si le pillas allí. Nosotros llegamos a la hora de comer y ya se había marchado pero pudimos sentarnos en su silla de barbero, tomar un café a cambio de una donación y comprar algo en su tienda de regalos.
Como última curiosidad sobre esta parada, ¿sabías qué la película Cars se inspiró en este pueblo para su película? Allí puedes ver coches simulándolo je,je

Como llevábamos prisa, comimos dentro del coche mientras continuábamos la ruta... En un viaje así, no hay tiempo que perder.


Atravesamos Williams y paramos a comprar en un supermercado algo de picar, agua y desayunos para el día siguiente. Como dormíamos los 4 juntos y madrugábamos bastante, solíamos desayunar en las habitaciones de los hoteles mientras nos preparábamos.


Williams es elegido por muchos viajeros como alojamiento antes de visitar el Gran Cañón. Es el pueblo más grande justo antes de adentrarte en el parque nacional. Se encuentra a una hora en coche pero nosotros decidimos alojarnos dentro del Gran Cañón por no perder tiempo en ir y volver al parque. Yo os recomiendo que os alojéis dentro del parque aunque sea más caro. Ganaréis tiempo y comodidad.


Nada mas llegar al Gran Cañón, un simpatiquísimo guardabosques nos atendió en la garita de entrada. Allí mismo, desde el coche, compramos el abono anual y accedimos al parque. Sin entretenernos, fuimos en coche hasta el parking de Mather Point  ya que, es el mirador que más cerca queda de la entrada desde donde accedimos. De este modo, no perdíamos tiempo y llegábamos a tiempo a ver el atardecer. 
Como cuento en el link de más arriba, no es el lugar idóneo para verlo pero surgió así.
Mientras esperábamos a que se acercara la hora, la tarde iba siendo más fría (Septiembre) y mi compi de viaje, Verónica y yo, nos alegramos de haber llevado nuestra chaqueta. Esperando, conocimos a una pareja de Philadelphia majísima con los que estuvimos conversando hasta que el sol desapareció. Cuando ves cosas tan increíbles, es difícil olvidar a las personas con quienes lo disfrutas, creo que no olvidaré la cara de ninguno de los dos.


Cuando anocheció, cogimos el coche que habíamos dejado cerca de Mather Point para moverlo próximo a nuestro hotel, el Yavapai Lodge y dejarlo ahí hasta que nos marchásemos.
Hicimos el check in y a continuación fuimos al supermercado a por algo de fruta y provisiones para el coche, al día siguiente continuaba la etapa de Parques Nacionales.

Tras subir las maletas a nuestra habitación, nos abrigamos algo más y atravesamos por el parque hasta el restaurante del hotel algo temerosos ya que, nos comentaron que podía haber osos y coyotes :O
Después de la cena y unas cuantas risas, nos marchamos a dormir. Al día siguiente teníamos ruta a pie en el Gran Cañón y continuación del road trip.

Tras una buena ducha y un buen desayuno, bajamos las maletas al coche e hicimos el check out en el hotel ya que, no volveríamos a la habitación. En primer lugar, cogimos el autobús del parque que nos llevó hasta The Abbys (ver detalles de las rutas aquí).
En The Abbys, comenzamos a andar haciendo una ruta por el borde del cañón hasta Powel Point, donde cogimos el bus para regresar. En el post de detalles del cañón también os digo unos trucos para coger los autobuses del parque sin perder tiempo.
Las vistas durante la ruta fueron increíbles, es uno de los paisajes naturales más increíbles que he visto en mi vida. El color, la inmensidad, la profundidad... una auténtica pasada. Por mucho que vayas con la idea hecha de lo que es el Gran Cañón por la cantidad de veces que lo habrás visto en fotografías, en televisión... nada es comparable a cuando lo ves con tus propios ojos, la vista si quiera consigue alcanzar la imagen, es alucinante.
Tras la pequeña ruta y unas cuantas fotografías, cogimos el coche rumbo a Horseshoe Bend. Pero quisimos aprovechar para ir antes a Desert View, a media hora del centro de visitantes del Gran Cañón y en la misma dirección.

Os recomiendo muchísimo que vayáis a este mirador porque en mi opinión, tiene las mejores vistas de todo el parque. Se distingue perfectamente al río colorado como una línea turquesa que serpentea entre las laderas rojas del cañón, para mí, inmejorable.
Después de subir a la torre de Desert View y hacer varias fotos, nos marchamos finalmente a Horseshoe Bend alrededor de las 14h.

De camino, paramos a comer en un restaurante navajo llamado Cameron que van anunciando en varias ocasiones por la carretera. Es un sitio enorme que además de restaurante, tiene tienda de souvenirs.
Realmente, la cocina tradicional navaja es americana pero simplemente le añaden a todo pan navajo. Hamburguesa de pan navajo, sandwich de pan navajo... Es una especie de pan de pita pero más gordo y jugoso. Si habéis estado en Hungría, a mí me recuerda al típico Langos. 

Tras una buena comilona por 64 dólares los 4, nos marchamos. Serían las 16.30 de la tarde por lo que llegábamos a tiempo para ver el atardecer en Horseshoe Bend. Sí, la obsesión que tenemos por los atardeceres empieza a ser preocupante jeje.

Como experiencia, es increíble ver el sol caer tras la enorme montaña rodeada de río pero como fotografía, es el peor momento del día. Si eres de los que valora mucho eso, organiza tu ruta para ir a Horseshoe Bend por la mañana. Por la tarde, el propio cañón proyecta una sombra que es bastante molesta para sacar el círculo completo. Igualmente, a mí me pareció un lugar mágico.
Horseshoe Bend no está incluido en el bono de parques anual pero solamente deberás pagar 10 dólares por coche, el precio del parking.
Con la noche casi encima, pusimos rumbo a nuestro destino para dormir, Monument Valley. Se estaba haciendo tan de noche, que nos tocó parar en una gasolinera a comprar fiambre y pan para cenar unos sandwiches.

Con algo de "miedo" en la carretera por la poca visibilidad, atravesamos la garita del parque. Estaba cerrada así que, asumimos que podíamos entrar y ya pagaríamos la entrada mañana (Monument está regentado por navajos así que, tampoco está incluido en el abono anual de parques). Nosotros teníamos que acceder porque nuestro hotel se encontraba dentro de la reserva navaja, The View.

Tras hacer el check in, la chica de recepción nos confirmó que a la mañana siguiente deberíamos ir primero a la garita para pagar y después circular por el parque.

En el siguiente post, os explicaré todo lo relacionado con Monument Valley. Hasta aquí, la tercera parte del viaje. ¿Qué os está pareciendo? Si vais a visitar pronto esta zona, podéis estar seguros que va a ser uno de los viajes de vuestra vida.

Cómo ha sido un post largo, aquí os dejo un resumen del itinerario de esta parte.

🚗Itinerario resumen de esta parte del viaje
Despertamos en Las Vegas - Presa Hoover - Ruta 66 - Gran Cañón (una noche) - Despertamos en Gran Cañón -  ruta por el cañón - ponemos rumbo a Horseshoe Bend - dormimos en Monument Valley.

⌛Tiempo a invertir en cada punto del itinerario

A mí es una de las cosas que más me agobió intentar saber cuando estaba organizando el viaje por lo que me gustaría ayudaros. Leyendo mis post, habrás ido haciéndote una idea pero si solo puedes echar un vistazo rápido, ahí va:

Presa Hoover: No estarás más de 45 minutos (siempre que no hagas visita guiada).
Cada parada de la ruta 66 lleva unos 15 minutos (luego, como todo, lo que tú quieras estar...). Horseshoe Bend puedes verlo en media hora, el resto de tiempo es lo que quieras invertir en hacer fotos etc...
El Gran Cañón. Mínimo 1 día, tiempo suficiente para verlo por la tarde y para hacer una ruta por la mañana. Si no tienes tiempo, en unas horas puedes vislumbrar esta maravilla de la naturaleza desde alguno de sus miradores principales (haz click aquí para ver el mapa del parque). Por supuesto, solo en el Gran Cañón puedes estar 4 días haciendo rutas, contratando excursión en helicóptero, bajando al cañón... pero yo os indico lo mínimo, minimísimo para poder haceros una buena idea de este lugar.

Nuestro hotel en el Gran Cañón - Toda la info aquí

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